lunes, 13 de abril de 2009

Una mirada a la crisis mundial


—¿Cómo ve a la Argentina dentro del contexto de la crisis mundial?
—La crisis que se genera en los países capitalistas del norte ya es una realidad que está produciendo los primeros efectos negativos, sobre todo en términos de pérdida de fuentes y horas de trabajo. La crisis marca el final de lo que se denominó el consenso de Washington, que produjo un desarrollo sin precedentes de un capital financiero especulativo que terminó despegándose del concepto del capital al servicio de la producción. Sin lugar a dudas, los sectores dominantes de cada país van a intentar transferir las pérdidas hacia las naciones del sur, la periferia. Y los empresarios van a tratar de que los platos rotos los paguemos los trabajadores. Por eso es un tema que nos preocupa y se agrega a viejos problemas que había en nuestro país como los 10 millones de pobres que todavía tenemos, los bolsones de indigencia y una desigualdad social que no se pudo mitigar con 5 años de crecimiento.

—¿Esta crisis nos encuentra mejor parados que en otras oportunidades?

—Si, es verdad. Los gurúes del neoliberalismo y los empresarios planteaban la debilidad que significaba para la economía tener cerrado el acceso al crédito. Fue una ventaja. El volumen de los capitales especulativos financieros se redujo al máximo y pudimos despegar de las políticas del FMI. Por eso somos menos vulnerables a los vaivenes especulativos del capital financiero y eso nos da un margen que no teníamos.

El problema reside en la caída de los precios de las exportaciones y va a generar, por un lado, que empresas de capital nacional que están en la cadena de producción que se exporta tengan que reducir personal. La otra variable es el ajuste global de las multinacionales, independientemente del comportamiento del mercado local. Multinacionales como la General Motors aplican un ajuste global independientemente que en Argentina se sigan colocando los autos. Esos son los parámetros de esta crisis que no sabemos hasta dónde va a llegar.

—¿No es producto también de la decisión política de acumulación de reservas y desendeudamiento?
—Sí, yo creo que es la parte virtuosa de la política económica del gobierno. Por eso la derecha de nuestro país, los sectores dominantes, es el punto que le critican. Es una constante: en general las críticas al gobierno de Kirchner vienen por sus aciertos, no por sus errores. La derecha no critica si esa política también generó acumulación y desigualdad, lo que critica son las medidas que intentan mover la aguja en el sentido contrario.

www.revista-zoom.com.ar/articulo2997.html

Por Roberto Koira para Revista Zoom

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