miércoles, 25 de noviembre de 2009

“Los trabajadores estamos capacitados para conducir el país"


ENTREVISTA A PABLO MOYANO
El secretario adjunto del gremio camionero asegura que “muchos sindicatos por rama debilitan al movimiento obrero”. Además, da su versión del conflicto con Clarín y las cooperativas distribuidoras de diarios. Orgulloso, adelanta que el acto del 15 en Vélez servirá para que su sindicato presente tres nuevos sanatorios: “ni una gobernación está en capacidad de inaugurar tanto”.

—La CTA pide la personería gremial, pero Hugo Moyano les corre la cancha y les propone hacer una sola central obrera.

—Los invitó a la unidad nacional de los diversos sectores del sindicalismo. Si seguimos dividiendo a los gremios, nos atomizamos. Siempre ponemos el ejemplo de nuestro sindicato. Si le dan la personería a Camioneros de Jujuy, ¿vos te creés que esos compañeros van a poder discutir de la misma forma que nosotros que lo hacemos con los empresarios acá en Buenos Aires? Por eso creemos que no es viable darle personería a distintas organizaciones gremiales, porque los primeros perjudicados serán los trabajadores. Esa es la visión que tenemos desde Camioneros y creo que la mayoría de los dirigentes de la CGT tienen la misma postura.

—El conflicto que tiene UTA con los trabajadores del subte, ¿responde a la misma lógica?

—Claro. La rama del subte siempre estuvo en contra de la UTA. En los años ’90, cuando el MTA, encabezado por Moyano y Palacios, realizaba los paros más fuertes contra el gobierno liberal de Menem, los únicos que paraban eran los colectivos. Los subtes laburaban. Yo me acuerdo que la imagen de la TV era que los subtes iban vacíos, pero funcionaban. ¿Cómo entendés eso? Y ahora todo lo contrario: paran porque están en contra de la conducción de la UTA y para abrirse del gremio, pero en los ‘90 laburaban. No sé cuál es el fondo de la cuestión de ese conflicto, pues tienen salarios muy buenos, trabajan 6 horas y no tienen despidos. Se han metido ciertos partidos políticos, que son los que hoy están incitando a los delegados y a algunas comisiones internas a romper con su gremio. Pero no van a tener garantías que un partido de izquierda los represente, porque ya sabemos como termina eso. Es fácil putear desde afuera, como Vilma Ripoll y todos estos dirigentes, si total ellos no tienen responsabilidad de conducir trabajadores. Por eso creo que nos estamos yendo de un extremo a otro y eso es peligroso.

—La vieja historia de burócratas y combativos…

—Nosotros tenemos historia. En los años ’90, mientras muchos organizaban la Plaza del SI, los Neustadt, los Menem, los Barrionuevo, nosotros estábamos en la vereda de enfrente y defendimos a los trabajadores contra la política de la reforma laboral. Y hoy la gente eso lo reconoce. Metimos 300 mil personas el 30 de abril en la 9 de julio y vamos a convocar a una multitud el 15 de diciembre porque la gente se ve reflejada por esa lucha que llevamos adelante. Es un modelo de inclusión y no de fragmentación, para que estén la mayoría de los trabajadores. No es lo mismo lo que puede conseguir un gremio como Camioneros, Smata o UTA que los sindicatos que están totalmente fragmentados y donde se están metiendo estos grupos que dividen a los trabajadores. Así, se les licuan sus derechos.

—¿Cuál es el objetivo del acto de Camioneros en la cancha de Vélez el 15 de diciembre?

—Demostrarle a la sociedad que los dirigentes gremiales, más allá de las críticas que recibimos diariamente, estamos capacitados para llevar adelante la administración de una organización gremial y conducir otros destinos. El 15 de diciembre se va a presentar, ya que faltan pocos meses para inaugurarla, la obra más importante de nuestra historia como organización gremial, el sanatorio Antártida, que va a ser referente de Sudamérica por el instrumental y la aparatología de última generación con que contará. Con 360 habitaciones individuales, cerca de 100 consultorios externos y todas las especialidades. También se presenta el de San Justo, con 80 camas, y la primera etapa del sanatorio de la ciudad de General Rodríguez. Va a ser un día histórico con la presentación de tres sanatorios. Hoy ni una gobernación está en capacidad de inaugurar tanto. Esto será el día del camionero, en la cancha de Vélez. Va a ser el acto más espectacular de la historia de nuestra organización. Esperamos contar con la presencia de cerca de 70 mil trabajadores con sus familias, y para eso se está trabajando con todas las ramas, delegaciones y actividades. Ese día va a hablar Hugo Moyano y va a cerrar el acto la Presidenta de la Nación. Por supuesto, van a estar gobernadores, intendentes, diputados, senadores… nadie se va a querer perder esa fiesta.

—Se dijo varias veces que Hugo Moyano quiere ser candidato a Presidente o a gobernador bonaerense. ¿Qué hay de cierto?

—Lo propusimos para Independiente (risas), para que nos dé una mano. Lo que expresó Hugo en el segundo encuentro del sindicalismo peronista, hace pocos días en Córdoba, reafirmando lo que dijo en Mar del Plata, es que los trabajadores tenemos que dejar de ser factor de presión, para llegar a ser factor de poder. Y que su sueño es que un hombre del movimiento obrero sea Presidente de la Nación en 2011, ‘15 o ’19. En algún momento un dirigente del movimiento obrero puede ser candidato a Presidente de la Nación. Si el día 15 de diciembre se va a demostrar que un dirigente gremial tiene la capacidad de administrar una de las obras sociales más grandes, de inaugurar tres sanatorios, de anunciar cuánto dinero se tiene ahorrado, con todas las obras que se están realizando, estamos capacitados para conducir un país. No él, sino un dirigente que surja en el futuro.

—¿Creés que el país está maduro para que lo conduzca un dirigente del movimiento obrero?

—Si estuvimos maduros para tener un De la Rúa o un Menem, creo que sí. La gran mayoría de los argentinos son trabajadores y, más allá de algunos dirigentes, cuando tienen una necesidad van a su organización gremial u obra social. Más allá de todas las críticas y de las barbaridades que se dicen de los dirigentes gremiales, la gente sabe lo que hacen esos dirigentes en su actividad y ese trabajador es la mayor propaganda que tiene. Ponemos como ejemplo a los Camioneros, que somos unos de los gremios que mejor estamos. Es ese trabajador es el que va de boca en boca diciendo lo que representan sus dirigentes gremiales. Esta es la forma de convocar trabajadores y juntar 70 mil para acompañar y agradecer a sus dirigentes, no para putearlos. Hay que estar todos los días con los trabajadores, de la mañana a la noche. Cuando te llaman porque hay uno suspendido o para comer un asado y jugar al fútbol un sábado. Esta es la mejor manera de representarlos. No como los que se la pasan de pico y hablan, se hacen los analistas o los grandes estadistas, y después se dan vuelta y no los acompaña ni el chofer.

http://www.revista-zoom.com.ar/articulo3457.html

"Nadie habló del fondo del asunto, que es la explotación de los trabajadores de estas cooperativas"

El conflicto con Clarín y los distribuidores de diarios


—¿Cuál es el conflicto con los distribuidores de diarios?

En este caso, se trató de desvirtuar cual es el eje del conflicto. No solamente Clarín, sino todos los medios gráficos (La Nación, Página 12, Diario Popular, Crónica y la mayoría de las revistas) contratan a cooperativas distribuidoras que son en su mayoría truchas: hacen inscribir a los trabajadores como monotributistas, perjudicándolos en las horas extras, no pagándoles aguinaldo y vacaciones, ni renovando los vehículos y sin condiciones dignas para desarrollar su tarea. La totalidad de los medios gráficos son los que contratan a estas 25 cooperativas, que no cumplen con las leyes de contrato de trabajo y que tienen un sueldo promedio de 1.800 pesos por mes con 14 a 16 horas de trabajo. Esto se quiso instalar como que era la pelea Moyano-Clarín y es una gran mentira. Yo denuncié personalmente a los políticos mediáticos, que aprovecharon este conflicto diciendo que queríamos cercenar la libertad de expresión. Es mentira. Nadie habló del fondo del conflicto, que es la explotación que llevan adelante estas cooperativas con sus trabajadores.

—¿Qué beneficios tendrían si estuvieran dentro de la esfera del gremio de Camioneros?

—En primer lugar, van a ser respetados, que es lo que más quieren los trabajadores. Ahí cualquier trabajador que va a reclamar una hora extra, es despedido diciéndole: “atrás tenés 300 personas para entrar”. Y no pueden organizarse a través de la elección de un delegado. Fundamentalmente, van a tener un aumento de sueldo muy importante, sus vacaciones y horas extras pagas y su ropa de trabajo. Es decir, todos los beneficios que tienen los trabajadores que están enrolados en nuestra organización gremial. Para nosotros es lo mismo defender a un trabajador que a 100. Así que estas empresas van a tener que cumplir con la ley de trabajo y con el convenio de Camioneros, ya que hemos tenido varias audiencias en el Ministerio de Trabajo y viene bien la situación. La fecha límite es el 25 de noviembre (NdR: la entrevista es del 20) donde tienen que presentar la totalidad de los trabajadores que van a estar encuadrados en nuestra organización gremial, ya que tenemos una resolución del Ministerio del mes de abril donde dice que los choferes y los ayudantes tienen que estar comprendidos en nuestro convenio.

—Los medios gráficos los acusaron de impedir la distribución de los diarios.

—Otra mentira más. Solo fueron asambleas, que las hicimos tres horas antes de la salida de los diarios y revistas, precisamente para que no digan “Moyano bloquea o no deja salir los diarios”. Salieron en tiempo y forma. El domingo, después de la asamblea grande del día viernes, uno de los diarios más importantes dijo que se vendieron la totalidad de ejemplares que estaban previstos, así que ellos mismos se contradicen. Acá no hubo bloqueos, solo asambleas informativas.

http://www.revista-zoom.com.ar/articulo3459.html

Por Roberto Koira para Revista Zoom

viernes, 20 de noviembre de 2009

“El Estado es el verdadero sponsor del deporte argentino”


ENTREVISTA A CLAUDIO MORRESI, SECRETARIO DE DEPORTE DE LA NACIÓN
El ex futbolista, reconocido por su militancia política, defiende la actuación oficial en el desarrollo del deporte y reivindica su función social. El emocionado recuerdo de su hermano desaparecido.

A diferencia de sus antecesores, el actual secretario de Deporte de la Nación fue un referente del deporte argentino pero además lleva impregnada una de las banderas fundamentales de este gobierno: la defensa de los derechos humanos. Con un hermano desaparecido, Claudio Morresi, el ex volante de Huracán, River y Platense tiene una visión diferente. En diálogo con Revista ZOOM deja muy en claro que el deporte es un bien social, que funciona como integrador de las personas y que pertenece a todos los argentinos por igual.

—¿Cual es tu visión sobre el deporte social, ya que tuviste experiencia como colaborador del polideportivo de la Villa Los Piletones?

Dentro del plan nacional existe el deporte social. Hay tres planes: el deporte de alto rendimiento, de desarrollo deportivo y el de deporte social. Quisimos tenerlo muy firmemente incorporado dentro del plan nacional de deporte y por eso cuando lo lanzamos contamos con la presencia de la Presidenta, para darle un fuerte contenido de política de Estado. El deporte social en síntesis es el derecho que tiene todo argentino, viva donde viva y tenga la condición social que tenga, de acceder a la práctica deportiva o a la actividad física. Hoy están sumamente demostradas las mejoras que produce en el organismo la actividad física. Para lograr la igualdad de oportunidades el Estado debe trabajar con los que lo necesitan para que puedan desarrollarse. Así se implementan programas dentro del plan nacional de deporte social para la masividad, es decir para poder llegar a todos. El deporte es muy atractivo para ciertos personajes de la política, pero la realidad es que son pocos los que nos dan las herramientas para poder trabajar. Y esto fue lo que hizo este gobierno. Está muy claro, más allá de las palabras, que hay acciones concretas: se cuadruplicó el presupuesto, se crearon programas masivos de deporte como los Juegos Evita y el programa Nuestra Cancha y el apoyo a clubes barriales, son programas fuertemente vinculados con la mayoría de nuestro pueblo. Hay frases que hablan sobre los valores y la importancia del deporte y en eso nosotros decimos que los valores van deacuerdo a la visión ideológica que tenga cada uno. En la Alemania nazi el deporte tenía valores y objetivos, lo mismo lo tuvo la dictadura y después el neoliberalismo con otro tinte ideológico. Por eso, nosotros queremos trabajar con los valores del deporte que tienen que ver con ser solidario, esforzarse por el otro, trabajar la voluntad, el compañerismo y esto está contemplado dentro del plan nacional que llevamos adelante.

—El valor del deporte para el neoliberalismo pasa por una cuestión individual y no colectiva.

Y muy vinculado al espectáculo deportivo y no a la participación de la gente. Se centra en el esfuerzo individual para llegar a la victoria y no importa el cómo, ni la forma ni a quién tengo que dejar atrás.

—¿Cuál es el objetivo del Congreso Nacional de Deporte Social?

Lograr que el conocimiento, el trabajo del territorio y el accionar institucional puedan ir en forma paralela y conjunta. Por un lado, muchas veces está el conocimiento y los que lo bajan desde lo pedagógico y universitario tienen muy poca acción real en la cotidianeidad de nuestra sociedad. Por otro, está hacer cosas en el territorio y la acción gubernamental, que muchas veces no tiene en cuenta estas dos situaciones. La síntesis es el accionar conjunto del conocimiento, el trabajo en el territorio y el área gubernamental que lo lleva adelante o que acompaña, para poder plasmarlo e intercambiar experiencias. Así baja el conocimiento, sube la acción territorial y el día de mañana todos estaremos más capacitados para estar al frente en cada área.

—¿Qué balance me podés hacer de los Juegos Evita?

Los juegos siguen teniendo el mismo espíritu de Carrillo y Eva Perón en los ‘40. Nació como un instrumento en salud, inclusión e integración y nosotros seguimos tras esas banderas. Cuando los chicos participan en un juego masivo, deben tener sus estudios médicos y si les falta alguna documentación el Ministerio del Interior le soluciona el problema. Y cuando van pasando la etapa municipal o provincial y llegan a la final, ahí también está Cultura y Derechos Humanos. Como nos gusta decir a nosotros, ahí está el Estado abriendo sus brazos para contener, construir y dar respuestas a los jóvenes. Desgraciadamente no tienen la visibilidad que merecen en Capital Federal y el desarrollo no es el ideal, ya que es responsabilidad del Gobierno de la Ciudad. Pero hay provincias que tienen un trabajo muy importante con casos y anécdotas maravillosas. Chicos que han clasificado los han declarado ciudadanos ilustres en un municipio de Salta. O en Catamarca, que para ir a jugar de un pueblo a otro cruzaron un cerro a mula. O también cómo se descubrió que chicos que se creía que tenían cierta discapacidad irreversible, con los estudios se comprobó que no. De estos casos hay más de cien. Entonces los Evita siguen cumpliendo esa función. Todo eso muy unido a la felicidad de la gente y de los padres y abuelos y que son recuerdos que quedan grabados para toda la vida.

—Hace poco terminó el Congreso Nacional de Deporte Escuela y Formación, ¿cuales han sido los ejes del mismo?

Esto tiene que ver con un área que depende del Ministerio de Educación, pero como nosotros de alguna manera creemos que es tan importante el deporte en la escuela y también estas asimetrías que todavía existen en nuestro país de muy diferentes que son nuestras provincias y nuestras regiones. Queremos que el conocimiento circule para los profesores que trabajan dentro de las escuelas y para el resto del personal.

—¿Qué planeamiento hay de cara al Deporte Amateur? ¿Cuáles son los objetivos para Londres 2012?

El Plan de Desarrollo detecta chicos en los Juegos Evita o que participan en diferentes Federaciones. Pueden ser de alguna manera apoyados a través de becas, a través de creación de pequeños Centros de Desarrollo Deportivos Provinciales. El Estado es el verdadero sponsor del deporte argentino. Acá la actividad privada brilla por su ausencia, cuando se trata de hacerlo crecer y que este chico pueda el día de mañana ingresar a una Selección Nacional. Cuando ingresa a una Selección Nacional ahí está el Plan Nacional de Alto Rendimiento, para poderle permitir a través de sus viajes al exterior del país para competir, para comprar equipamiento deportivo, con obras de infraestructura deportiva, lo hagan llegar a Londres 2012 de la mejor manera. Después habrá medallas o no habrá medallas, serán cuestiones del deporte en sí. La labor del Estado es darle a esta élite del deporte lo mejor para desarrollar su potencial.

—En la actualidad en la Cámara de Diputados de la Nación se está tratando el Proyecto de Ley de creación del Ente Nacional del Deporte.

Una diputada presentó este Ente Nacional de Desarrollo del Deporte de Alto Rendimiento, que se financiaría a través del 1% de la venta de los abonos de celulares, lo que según los números que se han hecho sería de alrededor de cuarenta centavos por mes, ya que el consumo promedio es de cuarenta pesos, con los que cada argentino contribuiría al desarrollo del Deporte Olímpico. Este ente estaría formado por el comité Olímpico Argentino y por la Secretaría de Deportes de la Nación. ¿Qué le permite al Estado en este caso, a la Secretaría de Deportes? Tener una herramienta importante y dinámica. Cuando contás con un Ente, con los controles correspondientes, los tiempos se reducen rápidamente. Entonces el deportista que necesita la canoa para ir a competir a tal lugar, no tarda el tiempo que necesita el Estado para comprársela, siempre con el riesgo de que no se presente nadie a la licitación o que sea observada por alguien y después todo vuelva para atrás. Y lo otro es que, por más que algunos están diciendo algo que no es real, para llevar adelante la política, las acciones que se hagan dentro de ese Ente, se necesita sí o sí el acuerdo de los integrantes de la Secretaría de Deportes. Así este Ente es una herramienta más que tiene el Estado argentino para llevar adelante la política de Alto Rendimiento Deportivo, y a su vez el presupuesto de la Secretaría de Deportes quedaría liberado en un 90 % para el Deporte Social.

—Hace pocos días se trató de declarar la inimputabilidad de Emilio Massera. Conociendo tu historia personal ¿qué reflexión te merece? (NdR: Morresi tiene un hermano desaparecido)

Nosotros lo que hemos buscado desde siempre fue Juicio y Castigo, Cárcel Común. Este es un caso muy especial, porque si existe esta situación, que si verdaderamente es real como así pareciera, creo que nos tenemos que manejar de acuerdo a la ley o a lo que está reglamentado. Me parece que Emilio Massera está condenado, castigado y tendría que estar en la cárcel. Es cierto que si tiene una situación como la que pareciera que presenta creo que nos tenemos que abocar a lo que dicen las reglas, las normas. Tal vez se me escapa una forma de poder razonar esto, ¿cómo hacés ante una persona que es un vegetal o que está tontamente imposibilitado de hacer nada? Quiero remarcar que nosotros peleamos y seguimos peleando por el juicio, por la condena y por la cárcel común.

—Como futbolero y familiar de un desaparecido, cómo fue tu vivencia en la época de la dictadura con respecto al secuestro de tu hermano y el Mundial ‘78.

En el ‘76 mi hermano desaparece un viernes y yo el sábado tenía que jugar en la novena de Huracán y había una situación de intranquilidad en la familia. Fue un partido contra Platense y viene un tío y me grita del alambrado: “Claudio, mirá que Norberto ya vino”. Yo seguí jugando, ganamos, hice un gol y después del partido me dijeron “te lo dijimos para que te quedaras tranquilo”. Eso me quedó grabado, tenía 13 años.

Lo del Mundial ‘78 fue algo muy gráfico, esa contradicción de estar en la inauguración del Mundial en la tribuna de la cancha de River con un tío mío, y yo estaba ahí escuchando a Videla dar su mensaje al mundo, sin poder hacer ni decir nada porque estábamos rodeados de policías. Eso de estar ahí porque iban a estar jugando los cracks del mundo y yo quería ser jugador de fútbol como ellos, y por otro lado escuchar el discurso de un asesino y quedarme callado, sin saber qué había pasado con mi hermano, fue una cuestión contradictoria que mucho tiempo de mi vida estuvo siempre alrededor mío.

Por Roberto Koira y Marcelo Telez para Revista Zoom

viernes, 13 de noviembre de 2009

“Cuando la agenda la marca el capitalismo estamos perdidos”


ENTREVISTA A JORGE COSCIA, SECRETARIO DE CULTURA DE LA NACIÓN
Afirma que "el gobierno no lleva un proyecto solo nacional y popular, sino que lleva uno más amplio". Elogia a Carta Abierta, plantea que "Jauretche hoy no puede ser masivo, es para la militancia" y a favor de la vigencia del peronismo sentencia: "para sorpresa de muchos, sigue siendo el gran proyecto revolucionario transformador del siglo XX".

Para Jorge Coscia llegar a la Secretaría de Cultura fue el final de un largo camino anunciado. Director de cine (entre sus películas están Mirta de Liniers a Estambul, El general y la fiebre y Luca Vive) y ex presidente del Incaa, dejó su banca de diputado para asumir su desafío más importante: luchar por una cultura al alcance de todos. Coscia es conciente de su difícil tarea y ante Revista ZOOM emerge su costado de hombre del “pensamiento nacional”, pero que cree que la cultura es algo abierto y no cerrado a una sola mirada.

—¿Cómo se mezclan política y cultura?

—Nosotros queremos politizar la cultura y culturizar la política. Y que la política cultural esté llena de contenidos, pensamientos, debates, ideas, ideología y que la política sea un poquito más culta. Cuando la política es de coyuntura, es ahí donde en vez de militar se rosca. Cuando es parte de un proyecto histórico pasa a ser política de alto vuelo. Hay que saber dónde está la historia. ¿Es buena o mala la soja? ¿Qué es esto del campo? Cuando uno tira el “GPS de la historia” ve que las sociedades del monocultivo, asociadas a los grandes poderes, lo único que han hecho es generar pobreza y dependencia. Por eso quiero politizar la cultura y culturizar la política. Dejemos de roscar y militemos, dejemos de manejar mera coyuntura para poner el día, la semana y la agenda en el contexto histórico. La primera que hace esto es la Presidenta. Sus discursos tienen una alta referencialidad histórica, pero a veces muchos no acompañan. Ahí es donde la propuesta que hacemos desde Cultura es una convocatoria para debatir, reflexionar y enriquecer, desde un punto de vista cultural, la visión político-ideológica. Lo convocamos desde aquí, lo hacemos con una confesa visión que no cierra el debate, lo abre, y a la vez reivindica el concepto jauretcheano de pensamiento nacional y construcción de un pensamiento autónomo, soberano y de justicia.

El pensamiento contrario es ese que a veces adornado con alguna construcción académica, enriquecido por alguna retórica, termina jugando para la deconstrucción. La chicana, como argumento, es lo que utilizan todo el tiempo ciertos medios de comunicación. Me ha pasado de ir a la televisión y haber visto cómo se quedan callados muchos periodistas cuando referencio la cultura con la historia. No es necesario tirar el “GPS” muy alto, en cuanto uno va a la historia se tienen que callar la boca. Cuando Aguinis debatió conmigo, en cuanto vio que yo lo llevaba al contexto histórico universal, que es lo que hacía Jauretche, con las grandes revoluciones, con las encrucijadas que definen el destino de los pueblos, él me empezó a hablar del taxista que le dijo no sé qué. Muy simple, me sacó del ring y me llevó al barro. ¿Acaso no era un gran pensador? Pero ¿qué pensador resiste este debate? ¿Me la van a contar a mí? ¿Nos la van a contar a los que hemos leído a Pepe Rosa y hasta Félix Luna? Todo es historia desmantela la leyenda negra del rosismo, poniendo las cifras de los 38 casos que había matado La Mazorca contra los diez mil que mataron los generales uruguayos de Mitre. Toda esa falacia se derrumba.

—El grueso de la intelectualidad nacional está parapetado en Carta Abierta. ¿Hay contrapeso?

—Lo más importante del pensamiento teórico, conceptual, ligado a las universidades, ha creado el emprendimiento más grande e importante de estos tiempos, que es Carta Abierta. Del otro lado hay tiburones con cartel, generados por los medios de comunicación. ¿Por qué es más conocido un escritor que otro? Muchas veces porque salió en tal o cual revista. Funciona de ese modo.

Jauretche jamás fue mencionado por el diario La Nación, Marechal tampoco, Scalabrini solo por El hombre que está solo y espera, pero en cuanto se mete en FORJA desaparece. La Argentina tiene desaparecidos físicos e intelectuales en este sentido. Esta última, es resultado de cuando alguien tiene proyectos de intereses contrarios a los grandes grupos de poder. Comienza a desaparecer y su nombre comienza a no estar más en los grandes medios de comunicación. Por eso es muy apacible para un intelectual ser un tipo del establishment, es una sensación de enorme comodidad y confort. Es muy lindo un domingo leer que hablan bien de uno en un diario de gran tirada. Pero ser un tipo que recuerda lo que nadie quiere recordar, como el compromiso de los diarios de gran tirada con la dictadura militar y los negociados con Papel Prensa, es el lugar incómodo, de tábano. A nosotros nos quieren hacer beber la cicuta todo el tiempo, decimos lo que nadie quiere decir.

Era mucho más difícil en la época de Perón, en la cual la intelectualidad masivamente estaba en contra suya. Había algunos errores, el peronismo nace como un movimiento de mucha amplitud ideológica y le aportan socialistas y anarquistas, pero también algunos teóricos del nacionalismo oligárquico. Ahí se dividen mucho las aguas, pero algunos intelectuales logran sacar la cabeza, y mucho más después del ‘55, porque en la década del peronismo todavía son jóvenes. Ahí es donde aparecen figuras que logran armar no solo la historia del peronismo, sino también de la Argentina. Hoy es mucho más vacío. Si uno va a Internet, en los blogs, en Facebook, las paredes virtuales, uno encuentra que todas las chicanas e insultos están del lado del antikirchnerismo. Del otro lado puede haber insultos también, pero sobran conceptos, análisis o reflexión.

El eunuquismo es como un residuo del proyecto post-moderno. Conceptos, proyecciones, ideas, reflexiones históricas no hay. A lo sumo hay esnobismo, la vanguardia del pensamiento antinacional. No en vano la palabra esnob viene de “sin nobleza”. No hay nobleza de ideas, son innobles en tanto no conforman un proyecto. El esnob está preocupado por la forma, no por la sustancia. Pero del otro lado es notable la cantidad de jóvenes que están escribiendo, produciendo ideas, generando respuesta y debate. Esos son de la clase media, no de la villa 31. Entre Susana Giménez y TN, uno ve la gente en los bares con la mandíbula caída mirando las letras. El otro día yo soñé que estaba en un bombardeo, y creo que mi subconsciente metaforizó el bombardeo que estamos viviendo como sociedad. A esa señora de mandíbula caída, indignada porque no se aguanta más, lograron hacerla olvidarse del 2001, los apagones de luz de los ‘80, la dictadura militar. Es ese proceso de amnesia que soñó Orwell en 1984. Esa señora es mucho más víctima que nosotros, que estamos reaccionando y sentimos el viento del debate en la cara.

—En la Secretaría ¿qué apoyo pensás que le pueden dar a los difusores del pensamiento nacional?

—La Secretaría de Cultura es del Estado. Muchos me preguntan qué hacemos en torno a esa discusión, bueno, tenemos institutos de cine, del libro, del teatro. Pero lo que hay que lograr es un equilibrio, que la producción cultural no sea solo orientada; la función de la secretaría de Estado es promover toda la producción cultural argentina. Creo en el debate, y que el debate cultural debe existir.

Tratamos de ser un faro que representa claramente una línea de pensamiento político. Esta también es una diferencia con mi antecesor, que tenía una visión ideológica, conceptos que no eran del campo nacional y popular. Él hablaba de construcción de ciudadanía, pero yo digo que no la hay sin identidad nacional, y el proyecto nacional no se construye ahora, viene de antes. El gobierno no lleva un proyecto solo nacional y popular, sino que lleva uno más amplio, de frente nacional. Así como Perón y su frente nacional les dieron cabida a anarquistas y socialistas, nosotros también tenemos un frente amplio. Son muchas las cosas que podemos hacer, pero con un equilibrio y libertad. Yo lo digo siempre: Coscia tiene una visión ideológica, pero es el Secretario de Cultura de todos los argentinos.

—Este es el año de Scalabrini Ortiz, ¿creés que sirvió para difundir su figura o quedamos a mitad del camino?

—Siempre es poco, pero creo que Scalabrini Ortiz se defiende solo, como Jauretche. Tampoco en los ‘70 lo conocía mucha gente. Si un chico tiene que leer la historia de los ferrocarriles argentinos o historia de la nación latinoamericana, le digo que lea lo último. Es muy difícil entender el problema de los ferrocarriles de la década del ‘40 sin tener una macrovisión de la historia. Con Jauretche y Scalabrini hay un problema en la lectura. Cuando se lo das a un pibe de 23 años, y lee las Zonceras, y lee el Plan Prebisch, si no sabe de historia, no sabe de qué se está hablando. Es curioso esto, Jauretche hoy no puede ser masivo, es imposible. Es para la militancia. Hay ciertos libros que hay que leerlos con formación. En los ‘70 también pasaba eso, la lectura fue masiva, pero ¿cuántos tipos lo habían leído a Jauretche? Las revoluciones se hacen con todos, pero la toma de conciencia es de quienes de alguna manera están en condiciones de tener una macrovisión. Esa conciencia funciona cuando alguien dice “Patria justa, libre y soberana”, o dice “Pampas y tierras”, “Libertad, igualdad y fraternidad”, pero los que tomaron La Bastille habían leído a Rousseau, los descamisados del 17 de octubre habían leído a FORJA. Jauretche mismo lo cuenta. Los que suscriben al peronismo leyeron a Hernández Arregui.

Todos tienen que saber quién es Jauretche, qué es el pensamiento nacional, cómo es un esquema y cómo funciona su lógica. Esto se transmite con libros, con debates, asambleas y mucho con películas. Hoy los jóvenes tienen mayor capacidad de asimilación audiovisual.

¿En qué estado está la Ley Federal de Cultura?

—Estamos discutiéndola con las provincias, tratando de sacar una ley que marque la política cultural nacional, que la haga genuinamente federal, que instale la cultura en la proa del proyecto nacional como debe ser. Hoy seguimos conviviendo con un Estado transformador, que ha vuelto a tomar la iniciativa del orgullo nacional, la conformación y la justicia, pero que de pronto no tiene el potencial de sentido cultural que debería tener. Nos falta una ley que haga que no se olvide nadie de la cultura. Estamos discutiendo, como corresponde, con todos los representantes de cultura, del gobierno y de todas las provincias sobre los lineamientos. Y hay algunos acuerdos. Nuestro sueño sería que fuera una ley del Bicentenario.

—¿Qué te recuerda el día del militante?

—El 17 de noviembre de 1972 significa tal vez la última gran gesta popular ligada al peronismo, el complemento del 17 de octubre. Nos trajo de vuelta a uno de los más grandes hombres de la historia del siglo XX. Estoy ahora terminando un documental de Perón que me encargó Caras y Caretas, antes de que fuera Secretario de Cultura. Es una biografía de Perón, y dije que no la puedo hacer porque no cabe en 90 minutos y que iba a hacerla hasta el ‘55. Luego me di cuenta que tampoco puedo hacer una exaltación emotiva como la que hizo Favio, pero tampoco será una biografía, se va a llamar Apuntes para una biografía. Esto da la medida de lo que yo entiendo de Perón.

Sin lugar a dudas el 17 de noviembre nos lo trae, aunque tarde. Perón no era el del ‘55, era el del ‘73. Los 18 años de exilio fueron una gran victoria para el antiproyecto. Lo traemos, pero lo traemos tarde. Sin embargo, así funciona la historia. Lo notable es que lo trajimos, y su proyecto, para sorpresa de muchos, sigue siendo el gran proyecto revolucionario nacional y popular transformador del siglo XX. Caído el muro de Berlín, el gran dilema no es si vamos a ser capitalistas o no, sino si vamos a controlar o no el capitalismo.

Cuando en la época de Menem cantaban en la marcha “combatiendo al capital”, pensaba que estaban exagerando. Sin embargo hoy está vigente, pero no para eliminarlo, sino para ponerle límites y que no marque la agenda del destino del pueblo. Tenemos un Estado y un gobierno que trata de decir que sea la sociedad la que marque la agenda. Cuando la marca el capitalismo estamos perdidos.

http://www.revista-zoom.com.ar/articulo3435.html

Por Roberto Koira para Revista Zoom

El canal de TV y el Instituto del Libro


—Con la aprobación de la Ley de medios, ¿cuál va a ser el aporte de la Secretaría con respecto al fortalecimiento de la producción nacional que fija la nueva norma?

—La primera iniciativa que tomamos es intentar tener un canal cultural. La Ley plantea tres líneas: los privados, las organizaciones no gubernamentales y el Estado. A nosotros nos toca ser el Estado y por eso queremos un canal de cultura, ya que Encuentro está sesgado por el carácter pedagógico y educativo. Nosotros podríamos mostrar toda la producción argentina, traer material latinoamericano y conveniar con canales culturales de América Latina y otros lugares. Esto lo estamos haciendo en consenso con Encuentro. Se han producido centenares de coreografías, obras de teatro o conciertos que nunca se volverán a ver, y que nosotros queremos registrar. Es una tarea que Encuentro no puede hacer. Aunque es complicado porque Cultura no tiene un presupuesto muy elevado. Por el momento, es un programa en desarrollo; veremos el año que viene si contamos con los recursos necesarios.

—¿Y ahora sale el Instituto del Libro?

—Al día de hoy el proyecto está aprobado por las comisiones competentes. La idea fundamental es sacar una Ley que permita la creación del Instituto Nacional del Libro, con la finalidad de promover la industria editorial argentina. Se logró luego de muchos años de búsqueda y de consenso entre la Cámara Argentina del Libro, que reúne a las editoriales argentinas y la Cámara de Publicaciones. El Instituto va a ayudar a los eslabones más débiles de la cadena. Esto va a favorecer al conjunto de la actividad sobre la base de que aunque el libro no pague IVA sí lo hacen los insumos. Lo que va a permitir la Ley es que, complementariamente con la creación del Instituto, se pueda descargar el IVA y un tercio de ese beneficio se va a volcar en la creación del Instituto. Por un lado, favorece a la industria editorial en general y por el otro se crea un Instituto, que va a puntar a la construcción de una política de Estado. Podríamos sacar la Ley de estímulo, como se hace en muchas actividades económicas, pero para nosotros sería insuficiente. Lo que creemos es que no solo se trata de favorecer una industria en abstracto, sino que el nivel de decisiones editoriales tenga lugar. Ahí es donde el Instituto del Libro pone como condición que sean editoriales nacionales las que reciban aportes, además de fomentar la promoción del libro al exterior y la instalación de librerías a nivel nacional. Es todo lo que un Instituto puede hacer. Las cooperativas están también dentro del fomento.

Sueño con que se apruebe en 2010. Si sale, le debemos agradecer, en primer término, a Elvio Vitali, que fue el que dio el puntapié inicial. Y ahora a Miguel Rep de Página 12, que está todo los días como un tábano, recordándoles a los Diputados, y espero también a los Senadores, la importancia de una Ley que tal vez ayude a recuperar el eje de armonía e iniciativa que tenían las editoriales argentinas en otros tiempos. Es importante la cantidad de libros que se editan acá, aunque tampoco el gobierno plantea expulsar la literatura extranjera. El tema es que el eje se corra: como política de Estado, que se decida editar acá todo lo que se pueda.

Hay un programa de subsidio a las comunidades indígenas, ¿cuál es el objetivo, y cómo encajan las comunidades dentro del proyecto cultural del país?

—Tenemos la unidad de proyectos especiales, que plantea políticas fundamentalmente para los sectores sociales. En este caso el programa de pueblos originarios funciona como un Comité asesor que determina qué proyectos se dan. Ellos son una parte fundamental de nuestra identidad y es un sector que ha estado no solo segregado, sino discriminado y ha sido objeto de genocidio. Tenemos una política general que ayuda a la solidaridad con los distintos sectores sociales, y lo hacemos a través de organizaciones concretas. Además tenemos una política muy activa con Desarrollo Social y trabajamos con ellos todo el marco de políticas solidarias, porque además no tenemos su estructura de alcance nacional.

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Por Roberto Koira para Revista Zoom

viernes, 6 de noviembre de 2009

“No hay que volver al FMI para pedirle créditos ni aunque uno esté muerto”


ENTREVISTA A ALFREDO ZAIAT
El periodista experto en economía sostiene que la relación de los Kirchner con el mundo financiero nunca pasó por el enfrentamiento sino por una negociación permanente. “Lo que pasa es que los poderes tradicionales en Argentina no están acostumbrados a negociar”, aclara. Considera que la universalización de la asignación familiar “es un avance extraordinario en el reconocimiento de derechos” y advierte sobre los peligros de las eventuales subas de precios que se coman el nuevo beneficio.

Alfredo Zaiat es uno de los periodistas económicos más prestigiosos de país y un referente de los economistas que no flotan en las aguas de la ortodoxia. Revista ZOOM conversó con él acerca de los desafíos que se vienen luego del cimbronazo financiero mundial del año pasado.

—¿Se terminó la crisis global?

—Si se habla de crisis global, la respuesta es no, ya que esta es financiera, económica, de medio ambiente, energética y social. En la parte financiera se acabó la histeria y el pánico, lo que no implica una recuperación. A nivel económico se detuvo la caída. Parece que se llegó a un piso y hay señales de un pequeño repunte. Hay que ver si se consolida. A nivel social, se mantiene una tasa de desocupación creciente y dramática. En la cuestión energética y medioambiental es evidente que no se ha avanzado nada. Por lo que es arriesgado, temerario y, en última instancia, engañoso decir que se acabó la crisis global.

—En ese contexto, ¿cómo ves la perspectiva económica de Argentina para 2010?

—La economía argentina, como la latinoamericana y la asiática, ha tenido un comportamiento relativo mejor que los países centrales: Estados Unidos, Europa y Japón. El impacto no fue tan devastador como en crisis anteriores. En un escenario en donde lo financiero y económico a nivel mundial han detenido su caída, las economías latinoamericanas, entre ellas Argentina, muestran que llegaron a un piso y que tienen un sendero de recuperación. Pero claramente en el peor momento de la crisis, Argentina y Latinoamérica han podido enfrentar los impactos externos de una forma muy favorable y teniendo mecanismos de defensa de los que antes carecían.

—¿En donde se ven signos de reactivación económica, luego del cimbronazo mundial?

—A nivel local, inicialmente se ve por el lado financiero, que es la recuperación de los activos bursátiles, los depósitos en pesos, la desdolarización de las carteras de inversión, la baja de la tasa de interés. Empieza a haber algunos síntomas en la industria automotriz, en sectores vinculados a servicios y a consumo masivo. Aún está rezagada la construcción y la generación de nuevos puestos de trabajo. Dejaron de destruirse puestos de trabajo, pero no empezaron a crecer.

Subsidios y asignaciones

—¿Vos prevés que el gobierno va a mantener la política de subsidios energéticos y de transporte o gradualmente los irá sacando?

—Ha mostrado que tiene la intención de disminuir los subsidios energéticos, pero a la vez también se encontró con límites muy fuertes, a nivel político y social, para poder reducirlos. Aquí el gobierno ha entrado en una trampa de la que no puede salir o se le hace muy difícil, que es subsidiar durante muchísimos años el consumo energético. Durante toda esta etapa, los sectores conservadores y ortodoxos, vinculados a las privatizadas, cuestionaron ese subsidio y ahora cuando quiere salir son los mismos que hablan de tarifazo. Esto es fruto de una debilidad de la política energética del gobierno, que nace de la desestructuración que generó la convertibilidad con el estallido de ese modelo económico. Me parece, que se va en camino a una lenta disminución del subsidio, pero que va a seguir siendo un rubro importante en el presupuesto.

—¿El problema actual surge por la no planificación de una salida a la convertibilidad?

—Tiene varias aristas. Una es la herencia de las privatizaciones de los ‘90 y los contratos que surgen de ahí. Otra la ley de emergencia que determina el congelamiento de tarifas con su pesificación y la última la demora en reestructurar esos contratos. Entonces, lo que ha estructurado la administración kirchnerista, fundamentalmente en el período de Néstor, es un modelo híbrido. Y digo esto porque se mantuvo el mismo esquema de operadores privados en sectores claves de la producción, transporte y distribución energética, pero con el Estado interviniendo muy fuerte para mantener tarifas congeladas y para impulsar inversiones, que el sector privado por esa situación no iba a hacer. Es ese el modelo que quedó: operadores privados con un Estado poniendo la plata para que no suban las tarifas y siendo el garante de la inversión.

—¿Manteniendo los niveles de rentabilidad a los privados?

—Son menores los niveles de rentabilidad y no son extraordinarios como en los ‘90. Los operadores que no querían esa rentabilidad más baja, ya se fueron.

—¿Cómo va a impactar en la economía el dinero de las nuevas asignaciones familiares?

—La universalización de la asignación familiar es un avance extraordinario en el reconocimiento de derechos hacia la niñez y la adolescencia de sectores excluidos que no eran considerados por el Estado, ni por la sociedad toda, en función de que era merecedora de un derecho, como es una asignación familiar. Y esto va a tener un impacto positivo inicialmente en el consumo. A partir de ahí, el Estado debe hacer un seguimiento y monitoreo muy estricto de los precios, porque si se van a dar esos recursos y a la vez suben los precios, se va a achicar el margen de consumo, con lo que se diluiría este avance tan importante. Esa es la clave para que un necesario, imprescindible y valioso reconocimiento de derechos, se traduzca en una mejora en las condiciones de vida de los sectores más postergados y para que se llegue a la compra de la canasta básica de productos alimenticios.

—¿Por qué el gobierno no apuesta fuerte a un plan de viviendas para todo el mundo, que implica obra pública y generación de empleo?

—El gobierno dice que tiene un plan, pero que el déficit son de millones de viviendas y que en 5 años no se pudo cubrir toda esa necesidad. En una primera etapa, el Estado había perdido las cualidades técnicas para intervenir en el mercado de viviendas en forma sostenida e intensa. Cuando más o menos recupera esas cualidades, empieza a haber restricciones en función de voluntad política o de poder implementarlo junto con las provincias. Y esto también hace a una concepción de toda la sociedad, y no solo del Estado, de una mayor dispersión en la posibilidad de la construcción. Qué significa esto: que haya más pequeñas y medianas empresas y organizaciones sociales involucradas en la construcción de viviendas y no solamente grandes constructores o contratistas del Estado. Hay dos experiencias que son relevantes al respecto. Una es la organización de Madres de Plaza de Mayo, de Hebe de Bonafini, y la otra es la Tupac Amarú, de Milagros Sala, donde con recursos públicos se realizan viviendas populares.

El mercado financiero y los K

—¿Era necesario abrir el canje con los bonistas o es una maniobra para tratar de dar confiabilidad en el mercado financiero? ¿Y por qué decís que esa nueva operación se encuadra dentro de la tradicional estrategia kirchnerista de negociación con el mundo financiero?

—La administración Kirchner, Néstor y Cristina, nunca se enfrentó al mundo financiero, lo que tuvo fue una política de negociación permanente. Lo que pasa es que los poderes tradicionales en Argentina no están acostumbrados a negociar. Entonces cualquier tipo de negociación la presentan como de rechazo, rebeldía o agresión. En cambio, cuando hay subordinación, esos son gobiernos amigables. Es decir que hay diferencias, una cosa es subordinación, otra negociación y otra ruptura. Yo creo que lo que hubo es negociación, no hubo ruptura, ni subordinación.

Con respecto a la reapertura del canje, si es necesario para tener más confianza con el mercado o para abrir el crédito internacional o para ganarse el favor del establishment, digo que no. Por otro lado, ¿con esta apertura del canje se viola la seguridad jurídica de acuerdo a como lo piensan los analistas tradicionales? Digo sí. Se había dicho que el que no entraba al canje no iba a tener posibilidades de una nueva oportunidad. Si es una manera de ordenar mejor las cuentas y de esa forma poder salir al mercado de capitales, consiguiendo una tasa un poquitito más baja y de esa forma liberar recursos fiscales, para mantener una política de gasto público activa, ese es el único sendero donde uno puede decir que sirve el canje. Yo pienso que igualmente tiene muchísimos riesgos, teniendo en cuenta los antecedentes históricos de Argentina en su vinculación con la deuda. Tenemos ahorro interno tanto en el sector público como en el privado como para no necesitar ir al mercado financiero internacional.

—Entonces, se puede vivir sin el dinero de los créditos del Banco Mundial y el FMI.

—Del Banco Mundial y el FMI sin ningún lugar a dudas. Y no hay que volver al Fondo Monetario Internacional para pedirle créditos, ni aunque uno esté muerto. Con el BM lo mismo, aunque éste no pone ningún tipo de condicionamientos de nivel político o económico. El ahorro interno se ve claro en la elevada dolarización de los activos en la Argentina por parte de los sectores medios, medios altos, altos y empresariales. La cantidad de capitales de los argentinos fugados en el exterior habla que existe un ahorro interno, tanto localizado aquí y en el exterior, más que abundante. Y si se le suma las reservas de más 46 mil millones de dólares y el superávit fiscal, me parece que hay un riesgo de ir al endeudamiento. A veces es mejor evitarlo.

Volver al FMI “no significa endeudarse” afirmó el ex presidente del Banco Central Mario Blejer y añadió que “es importante tener una buena relación con el Fondo” . ¿Qué pensás al respecto?

—Con el Fondo está la puja política del artículo 4, que es la supervisión que hace el organismo a los más de 180 países miembros. Allí están todos, incluyendo Estados Unidos, Venezuela o China. Argentina desde el 2006 decidió que no haya ningún tipo de supervisión porque el FMI no cambió nada, sigue estando el mismo staff neoliberal, ortodoxo, reaccionario que responde al establishment local e internacional. Entonces vienen, consiguen los datos de la información oficial y después, para hacer la evaluación, consultan a todos los sectores reaccionarios del país, tanto a los economistas de la City como a los empresarios, y a partir de ahí hacen la evaluación de los datos. Todo país soberano tiene la facultad de decirle: “¿Por qué vienen a recabar la información oficial, si después le piden letra a los sectores más reaccionarios?”. Que vean que si hay superávit fiscal y comercial, no vayan a escribir que la situación fiscal es débil como repiten en una forma inconsistente, sin un análisis serio, los economistas de la City. Esto es lo que hace el Fondo Monetario Internacional. Entonces, resistir a esa revisión del artículo 4 tiene que ver con una puja política, que hace a la soberanía económica y política.

—¿Argentina debe planificar una política comercial a futuro con los gigantes asiáticos?

—Argentina tiene que plantear una estrategia de integración al mundo a partir del MERCOSUR o de la UNASUR. Es evidente y claro que la posibilidad de una mejor integración y relación comercial con el mundo tiene que ser a través del bloque regional latinoamericano. Esto es lo primero, el fortalecimiento regional de los intercambios comerciales. Los intercambios comerciales entre los países latinoamericanos son bajos, aunque crecieron en los últimos años. Y a partir de ahí, empezar a tener vínculos con las potencias emergentes como China, India, Rusia y otros países asiáticos, pero el primer ojo debe ser la integración latinoamericana.

—Para eso debemos tener el Banco del Sur y tener una moneda en común.

—Sí. La integración latinoamericana ha crecido en forma considerable después de la derrota del ALCA, en lo que fue el encuentro de Mar del Plata del 2004. Eso fue un hito latinoamericano, hay que recordarlo. El camino a la integración de América Latina se hace con una nueva estructura financiera, que incluye un Banco del Sur y una moneda común. Sin embargo, lo de la moneda es un proyecto a más largo plazo y es muy difícil, Europa tardó décadas. Sí debe haber un Banco del Sur y un fondo de estabilización latinoamericano, para amortiguar los costos cuando hay crisis en algún país de la región. Esto por el lado financiero. Luego está el incremento de los flujos comerciales de la integración productiva y física, es decir la red de comunicación y transporte. Estos son aspectos fundamentales para crear una base. De ahí se puede saltar a una integración cultural, dentro de la diversidad que existe en la región, sumada a la tecnológica de la investigación y el desarrollo.

El presupuesto que viene

—¿Creés que el presupuesto presentado para 2010 es real, de cara a lo que el país debe afrontar el próximo año?

—El presupuesto en Argentina, en general, no es discutido, ni debatido. En el período 2003-2009 se presentaron un poquitito más ordenados que presupuestos anteriores, pero sigue teniendo los mismos vicios porque existe muy poco debate a nivel nacional. Y no es solamente el Congreso en donde se debe discutir, sino también en el mundo político, económico y social. Por eso se llama ley de leyes.

—¿Tiene que ver con una planificación del presupuesto?
—Está relacionado con la conciencia que tomen los políticos, los dirigentes sociales, empresariales, sindicales respecto a que la ley de presupuesto hay que discutirla con tiempo porque ahí se define de dónde se va a recaudar y gastar. Es decir hablar de la reforma tributaria o del sistema tributario o de gastos. Este es un debate que merece ser tratado con mayor intensidad y seriedad por todos, oficialistas, opositores o dirigentes de derecha o izquierda.

—¿Qué le falta a este modelo para consolidarse definitivamente?
—No hay una sola medida para que se consolide, lo que uno tiene que aprender es que las realidades políticas, sociales y económicas son dinámicas. Entonces, lo que se necesita son modelos que sean adaptativos a las nuevas condiciones que se van creando, con objetivos básicos que tengan que ver con el desarrollo. Eso está emparentado con una política de generación de pleno empleo y con una mejora del ingreso para distribuir la riqueza. Esos son los objetivos a nivel económico. Después, está el desarrollo tecnológico, la educación, la infraestructura.

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Por Roberto Koira para Revista Zoom

martes, 3 de noviembre de 2009

Dale camión, dale camión…



No demos vueltas: la siguiente es una nota peronista. Así que, en homenaje a las veinte verdades, mantendremos el espíritu anunciando que aquí están, estos son, los jugadores de Perón. Cuatro páginas de historias de los descamisados que armaron un club y que se vinieron desde abajo, con el sueño de un fútbol justo, libre y soberano. Suenan los compases de la marcha y aparece el equipo del sindicato de los Camioneros.

Por Roberto Carlos Koira para Revista Un Caño

El verde y blanco domina la tribuna de una hinchada que no para de alentar. No se trata de Banfield, Laferrere o Ituzaingó. Aquí no cotizan los goles del pelado Silva, sino que se estremecen con los de Jorge Nazar o con alguna gambeta atrevida de Roberto ¨Pipo¨ Duarte, una buena atajada de Carlos Bello, un cruce de Rubén Guerra, o un quite de Pablo Capoluppo o Leonardo Pignataro. El ritual es el de costumbre en el fútbol argentino. Pero de entre tanto personaje pintoresco y singular, asoma la historia de jugadores que se entrenan y trabajan. ¿Quiénes son?
Todas las noches, Roberto Duarte maneja un camión patogénico; en su tiempo libre agarra el bolso para presentarse, con puntualidad, en la práctica de su equipo, en el lejano Camping Ruta Sol de Camino de Cintura. Jorge Nazar, pesadilla de los defensores de la Liga, se gana también la vida arriba de un camión, en este caso recolector de residuos.
Para, Jorge Ferreira, el banco no es una maldición. Allí suele distraerse y olvida, por unos minutos, de los cajones de gaseosas que carga y descarga en la semana. Por suerte ahora recuperó un lugar en el primer equipo y es figura. Bello, Nazar, Pignataro, Duarte, Guerra, Capoluppo y Ferreyra son algo más que compañeros de un equipo. Son camioneros.
El Club Atlético Social y Deportivo Camioneros, emprendimiento del gremio que lidera Hugo Moyano, juega en la Liga de Luján y sueña con ascender al Argentino C. El presidente es otro Moyano, el hijo del hombre de la CGT.
Pablo Moyano presenta a los suyos con orgullo sindical: “son todos pibes que están laburando y si hay una marcha están en la marcha. Eso es lo que se ha formado en el gremio, el compañerismo. En este caso en el deporte también. Y se ha formado un lindo grupo en todos los aspectos”.
Mientras pelea la punta en la Liga de Luján, Camioneros quiso darle continuidad al proyecto de ascender. Contrataron a Carlos “Tato” Medina, un técnico con experiencia en Primera (ayudante de Fernando Areán durante 7 años y campeón con San Lorenzo en la Liguilla de 1991), Primera B (entrenador de Ituzaingó y Laferrere, curiosamente dos equipos que usan camiseta verde y blanca como los camioneros), Chile y varios equipos de interior y el Ascenso. De los 40 jugadores del plantel, el 80% son trabajadores del gremio. Este año realizaron las primeras incorporaciones foráneas para hacer más competitivo al equipo.
Como el arquero Carlos Bello, con experiencia en equipos del Ascenso y ahora contagiado del espíritu de Camioneros: “llegue acá de la mano de Tato; estaba trabajando de otra cosa y, para cumplir mi sueño de seguir en el fútbol, la gente de Camioneros, conociendo mi situación, me consiguió un laburo para hacer el barrido de las calles de Moreno de siete a doce. De ahí me vengo a entrenar. Una vez que salís de tu casa con la ropa de Camioneros estás representando al gremio más importante del país, nunca vi gente tan organizada y disciplinada, que también te inculque eso dentro de la cancha, igual que el respeto hacia a los rivales. Esto a uno lo llena de orgullo, y también te cumplen y dan una mano cuando la necesitás: Mi hija tuvo Gripe A y yo necesite un adelanto en 48 horas. Me lo dieron. Con dirigentes así, uno tiene que estar muy agradecido. Al ponerse la camiseta para jugar un partido, aunque sea amistoso, hay que dejar la mejor imagen. Es un club que de acá a un par de años va a dar mucho que hablar. Estuve en algunos equipos grandes del Ascenso como Alem, Atlas, Liniers, jugando ascensos, finales, pero nunca estuve tan cómodo como ahora”.
Algo que comparte el “Pulpo” de la mitad de la cancha y ahora capitán del equipo, Pablo Capoluppo: “Trabajo ocho horas en logística de transporte de combustibles en Dock Sud, y después entreno todos los días en el predio, desde las tres de la tarde. Jugué cinco años en la primera de Atlanta, y estoy aquí para que al equipo le vaya lo mejor posible. Uno se siente camionero y es bueno representar a esta organización en la cancha. Acá tenés que trabajar duro en la semana y el gremio pone lo suyo para que nosotros tengamos que jugar y nada más. La verdad que esta institución es un ejemplo que muchos equipos de AFA tendrían que seguir. El afiliado viene y alienta al equipo, cosa que nos llena de orgullo”.
Jorge Ferreyra, uno de los jugadores con más años en Camioneros, es de Quilmes. De la empresa Quilmes: “trabajo en Aguas y Gaseosas, empiezo la jornada a las tres de la mañana en Pompeya. Soy ayudante de chofer de carga y hago reparto de gaseosas y cervezas. Bah, tiro cajones. Tuve experiencia en Argentino de Quilmes, Liniers, Almirante Brown y Berazategui. Hace cinco años que estoy acá, gracias a Pablo que me dio la posibilidad; cuando empecé a trabajar pensé que se me terminaba mi sueño de futbolista. Aunque nos dividimos en ramas, cuando hay que alentar los camioneros se juntan todos”.
Leonardo Pignataro, en teoría, tiene uno de los trabajos más difíciles: el camión atmosférico. “De siete a quince destapamos pozos y cloacas en Ramos Mejía, y después me vengo a entrenar. Jugué en Estudiantes de Buenos Aires, Laferrere y Argentino de Merlo. Cuando me ofrecieron venir acá no lo dudé. Este es un proyecto muy importante; antes esto era la Selección del sindicato y ahora ya es un club. Hay mucha expectativa. Ahora se juega la liga para llegar al Argentino C, pero la idea es seguir escalando para jugar en las divisionales importantes. Cuando vas a jugar y observás al público, encontrás a tus compañeros de laburo. Eso te emociona, porque ellos se sienten representados por uno”.
Otro que no se detiene es Rubén Guerra. De lateral izquierdo o en su trabajo de noche tras un camión recolector: “Tuve ilusiones de jugar en un club grande y por distintas circunstancias no pude seguir y tuve que salir a trabajar. Pero Pablo y Hugo Moyano me dieron la posibilidad de seguir jugando al fútbol, y esta es una linda experiencia porque se está compitiendo para el sueño de ascender. Uno acá tiene el cosquilleo de jugar en un club grande, porque Camioneros es grande”.
Abajo, la cantera de divisiones inferiores con pibes que, al decir de los muchachos “vienen apuntando bien”. Nos señalan uno de categoría 93, Lucas Ramos, a quien la fama local presente como “un número cinco de quince años que está en los planes de Boca”.
Para Pablo Moyano el proyecto es integral e inédito: “nosotros, al ser un gremio participativo, no sólo en las movilizaciones y en las grandes marchas, tenemos la necesidad de darle al trabajador algo más. Que la cuestión no sea reclamos salariales y gremiales nada más. Teníamos que darles algo en la faz deportiva. Así, hace cinco años comenzamos con los campeonatos internos en nuestros campings de Garín, La Plata, General Rodríguez y Camino de Cintura. Organizamos campeonatos internos con los trabajadores, y hoy participan 150 equipos y tres mil trabajadores por fin de semana. En 2007 empezamos a formar una selección a través de unos técnicos que teníamos y tuvimos la posibilidad de jugar la Liga de Luján y ganarla. A partir de entonces participamos en el Argentino C donde fuimos eliminados en la primera ronda”.
Cuentan que el entusiasmo inicial se vio frustrado por aquella rápida eliminación en el Argentino. Pablo Moyano cuenta el después: “hemos conformado un equipo muy competitivo para la Liga de Luján y contratamos un técnico de la experiencia de Tato Medina. Ahora estamos nuevamente primeros y, si Dios quiere, el 20 de enero vamos a jugar en la primera fecha del Argentino C”.
Al principio Camioneros participaba a través de su mutual, como lo hace también UTA, pero luego el proyecto de formar un club empezó a cobrar fuerza: “surgió la necesidad y la idea de participar no sólo como mutual, sino ser el primer sindicato del país constituido como club. Hemos realizado los trámites en la AFA: pedimos personería jurídica y vamos a tener el número de expediente para participar con el nombre Club Atlético Social y Deportivo Camioneros, con los colores verde y blanco que nos caracterizan”.
- ¿Formar un club es parte de un proyecto social?
- Sí, y no solamente en el fútbol, sino en otras disciplinas. Tenemos muchos afiliados, y sus hijos practican atletismo, boxeo, takewondo, karate… Nuestra secretaría de Deportes brinda apoyo económico para los pasajes, medicamentos y la ropa. Ya hay cuatro boxeadores profesionales y ahora se agregó una compañera, hija de un afiliado, que tiene 22 años. Algunos son campeones argentinos y han viajado al exterior. Un afiliado fue con sus dos hijos a Venezuela y el gremio le dio una mano para los pasajes. A veces lo que no podemos ofrecer por la parte gremial, se lo damos por la parte deportiva. A los 13 o 14 años el gremio le da la posibilidad a sus hijos de practicar su deporte preferido. La idea es integrar deporte, familia y todo lo que sirva para sacar a los chicos de la calle. Aunque reconozco que estamos muy enchufados con el tema fútbol para seguir escalando posiciones en el Argentino C, B y A.
- ¿En el futuro contratarán jugadores profesionales?
- Por ahora los jugadores son casi todos camioneros y el espíritu es que sean 100% afiliados o sus hijos. El equipo hoy está integrado en un 80% por camioneros. Tuvimos que incorporar a algunos muchachos de afuera que son amigos, aunque en los próximos días los sumaremos a trabajar en distintas empresas. Por eso algunos son semiprofesionales, pero la mayoría son recolectores o chóferes de camiones o compañeros de Correo o de Aguas y Gaseosas.
- ¿Con esa política buscan la identificación del afiliado?
- Sí, que los camioneros se sientan parte de esto y que nos sigan muchas de las familias de los afiliados cada fin de semana. Por suerte, es una cosa que sucede. Por eso estamos muy esperanzados en cada cosa que emprendemos, este espíritu nos hizo uno de los gremios más importantes del país, porque en su momento se fijó esa meta. Y en el fútbol será lo mismo.
- ¿Por qué participan de la Liga de Luján?
- Jugamos en Luján porque en la Liga había una plaza y nos pudimos ubicar ahí, si no hubiese sido cualquier otro lugar. Aunque nos es cómodo y jugamos en una cancha muy linda, a la que ya estamos acostumbrados.
- ¿Es cierto que hablaron con Julio Grondona para conseguir una plaza en Primera D?
- No, las conversaciones con Grondona las tuvo Hugo Moyano por otro tema. Nosotros solo fuimos a hacer consultas con gente de Grondona. Y no es que queremos jugar en la D; no nos gusta ir de invitados o de garrón, sino que fuimos a asesorarnos para ver cómo constituir el club, como construir el estadio, que normas de seguridad debíamos cumplir y algunas otras cosas para ir afianzándonos como institución.
- ¿Este es el emprendimiento más importante que tiene el sindicato?
- No, el gremio está haciendo una inversión importante en tres sanatorios propios, que, si Dios quiere, inauguraremos en menos de un año. Uno es el Sanatorio Antártida, con 350 camas individuales y más de cien consultorios. Y estamos construyendo un sanatorio en Rodríguez y otro en San Justo. En un año y medio vamos a salir con todo a construir el estadio propio, para veinte mil personas, en Camino de Cintura (Ruta Sol) o a dos kilómetros del Predio de AFA en Ezeiza. Allí, el intendente Osvaldo Granados le ha donado a la organización 70 hectáreas. Tenemos todo para construir una pensión, un hotel y una cancha, por lo que estamos viendo en cuál de los dos lugares haremos el estadio. Tenemos diez canchas profesionales en Camino de Cintura donde se hacen todas las prácticas de fútbol profesional. Allí también se entrenan las divisiones inferiores. En enero tendremos los vestuarios y ya vamos a preparar las canchas más chiquitas, para los chicos que juegan en la Liga Metropolitana de Capital Federal.
- ¿Cómo se manejan los jugadores con sus trabajos durante la semana?
- Los jugadores practican de lunes a viernes y tienen permiso gremial, que por supuesto, está hablado con el empleador. Por ejemplo, en una empresa que tiene 6000 empleados, que un trabajador le falte 2 días no le influye; por supuesto le pagan todo y también cobra unos viáticos, pero son todos laburantes que trabajan acá; no son chóferes de larga distancia, claro, porque sería imposible. Son compañeros que barren seis horas y después se van a entrenar. A la empresa le decimos: “mirá, mañana no viene a laburar porque hay un partido jodido” y le dan permiso gremial y no le descuentan nada. Tampoco hay un abuso, pero lo estamos encarando de forma profesional. Queremos mantener la mística del gremio. Podríamos poner unos magos más y traer jugadores de otra categoría, pero nos parece que lo importante es que sea afiliado camionero, que no se pierda el espíritu.