miércoles, 9 de marzo de 2011

En el día de la Mujer recordaron a Ana Ale


Ex empleados de Clarín, periodistas, compañeros y familiares recordaron a quien fuera secretaria General de la última comisión interna del diario, la periodista Ana Ale.

En la esquina de Tacuarí y Finocchietto, reinauguraron un mural y firmaron un petitorio para que esa esquina lleve el nombre de Ana Ale.

Ale murió en el 2005, cinco años después de que aquella comisión interna fuera despedida junto a otros 117 delegados, periodistas, gráficos y correctores.

El mural ahora reconstruido fue destruido en enero pasado. El periodista Pablo Llonto, compañero de Ale y padre de sus dos hijos, recordó que uno de los últimos pedidos presentados por Ana y la comisión interna fue la creación de una guardería para hijos de empleadas del diario, petición que nunca fue considerada.

Al mismo tiempo los asistentes firmaron un petitorio a presentar a la Legislatura porteña para que esa esquina lleve definitivamente el nombre de Ana Ale.

"Queremos que esta sea la esquina de la alegría y de la libertad, frente a este edificio que hoy representa a una cárcel, donde no hay libertad sindical", expresó el ex delegado de Clarín y viudo de Alé, Pablo Llonto.

El trabajador de prensa recordó que en noviembre de 2000 "Clarín echó a 117 trabajadores miembros de la Comisión Interna, de la Junta Electoral y de la sección Correctores", y que "desde entonces reina en el diario la paz de los cementerios".

Llonto comentó que el mural que retrata a quien fue la última secretaria general de la comisión interna, fallecida en 2005, fue reconstruido del anterior dañado en noviembre de 2010, al cumplirse una década de los despidos.

"Nosotros tenemos mucho más de lo que tienen ellos" dijo Llonto, y recordó que uno de los últimos proyectos de la Comisión Interna fue obligar a Clarín a cumplir con el estatuto del trabajador de prensa e instalar una guardería.

"Nuestro convenio así lo establece. Ojalá que algún día nuestros compañeros puedan alcanzarlo", señaló.

Por su parte, Gustavo Bruzos, integrante del Colectivo de Trabajadores de Prensa y ex delegado de Clarín, que adhirió a la propuesta y consiguió a los artistas que hicieron la obra de cerámicos, manifestó que "esta esquina no es un santuario, sino un lugar de lucha".

"Tenemos un gremio por recuperar y un derecho que ganar", finalizó Bruzos, quien fuera uno de los 117 despedidos del año 2000.

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