viernes, 15 de febrero de 2008

CTA y Gobierno Nacional: las claves de una relación sinuosa



Hubo roces y dejos de mala onda entre las partes, pero a pesar de todo la CTA encontró un canal de dialogo tras su reunión con Cristina Fernández de Kirchner. Se marcaron las diferencias sustanciales, hubo quejas mutuas, una sinceridad brutal y poco y nada quedó en el tintero. Sin embargo, para la central alternativa queda el sabor amargo por no llevarse, de parte de la presidenta, un compromiso para que de una buena vez por todas se le otorgue su ansiada personería gremial.

Muy atrás en el tiempo quedó esa seducción mutua en los primeros pasos de la gestión de Néstor Kirchner, en cambio hoy en día la CGT es un aliado incondicional del gobierno, más si se le suma su incidencia en el armado del Partido Justicialista que lleva adelante el ex presidente. La diferencia entre una central y otra es que para la primera línea del gobierno es que la que lidera Hugo Moyano es considerada un factor de poder y un grupo de presión con un control estricto de sus afiliados.

En cambio la de Hugo Yasky esta conceptuada como solo un grupo de presión y que no conduce a la totalidad de sus adherentes, lo que posibilita que en algunas oportunidades pequeños grupos la “corran por izquierda” y la hagan dar pasos en falso. Así muchos conflictos gremiales de la CTA se empantanan y son de resolución larga y difícil, esta dinámica pone los pelos de punta a muchas altas figuras del gobierno. Un ejemplo claro de esto fue el largo conflicto de central alternativa y el gobierno de Santa Cruz en plena campaña electoral.

Esa es una cuenta que todavía no fue digerida por la pareja presidencial. Sumada a la constante conflictividad docente, que enoja a Cristina porque considera que durante el gobierno de su marido se hizo una muy importante recomposición del salario de los maestros. Esto fue a partir de una resolución para fijar un piso de 700 pesos en el 2005, de 840 en el 2006 y 1.040 el año pasado, todo esto a de acuerdo a una decisión de parte de la Casa Rosada.

La diferencia en el 2008 es que se llegará a una definición del salario a través de una paritaria nacional, allí los docentes piden un aumento del 34% lo que llevaría su salario a 1.400 pesos, lejos de la pretensión presidencial que busca que los haberes de los trabajadores no suban más del 20%. ¿Nuevo conflicto en puerta?

Después de la ríspida reunión con Cristina Fernández, uno de los más disconformes y duros fue el diputado y referente de la CTA Claudio Lozano al expresar: "Nosotros no vamos a la reunión a pedir una cosa que no corresponde, en todo caso, el que está en falta es el Gobierno, que incurre en la contradicción de invitarnos a conversar y, al mismo tiempo, no le da cauce a lo que es una elemental demanda de democratización como es reconocer la personería gremial” y dio a entender que no alcanzaron a satisfacer ese reclamo porque el gobierno le pone trabas a los que piensan distinto. No es raro que Lozano se pronuncie de esa manera, ya que es un dirigente de la central alternativa de tinte opositor, quizás esta posición no es la que tiene la pata kirchnerista de la CTA.

Para salir a calmar las aguas, el viernes pasado el jefe de Gabinete, Alberto Fernández tuvo una reunión con Hugo Yasky donde acordaron abrir canales de dialogo. Se llegó a un entendimiento para intentar destrabar algunas de situaciones de conflictivas, las principales son la paritaria de los docentes y el tema de los delegados del Indec. Además se concertó una serie de reuniones en los ministerios para discutir un listado de puntos planteados por la CTA.

Sin embargo, el tema de la personería jurídica que reclama la organización continuará en el frezzer, pero otras cuestiones tendrán su espacio de debate. El Ministerio de Trabajo, por ejemplo, tratará los reclamos por la Junta Interna del Indec, por el reconocimiento de los delegados electos. Yasky y Alberto Fernández tocaron el espinoso tema de la negociación salarial de los docentes, esta debería cerrar el 20 de febrero.

Distintas son las aguas que transitan los gremios que se encuentran dentro del paraguas de la CGT , con la confianza de su sólida alianza con el gobierno ahora busca una negociación para obtener cargos en el futuro Consejo Nacional del PJ y más específicamente en la mesa chica de conducción de ese cuerpo.

Todo el arco del sindicalismo tradicional, en el que se encuentran los seguidores de Moyano, Barrionuevo y los Gordos, esta seguro su inclusión en el nuevo consejo nacional del PJ será el trampolín hacia 2009, donde buscarán el premio mayor: una importante representación en las listas del PJ de cara a las elecciones legislativas de ese año. Una cuestión que les resultó su peor pesadilla en los armados del 2007.

Así las dos principales centrales obreras del país tratan de encontrar su lugar en el universo del matrimonio K, la CGT con subidas aspiraciones de protagonismo dentro del armado del justicialismo y la CTA soportando que todavía no se reconozca su añejo reclamo de obtener su personería gremial.

www.causapopular.com.ar/article2033.html

Por Roberto Koira, especial para Causa Popular.-


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