miércoles, 11 de agosto de 2010

La impericia de los controles al descubierto


Con el derrumbe se produjo en el edificio del gimnasio Orion en el barrio de Villa Urquiza, lindante a una obra en construcción, quedó evidenciada la falta de controles en el Gobierno de la ciudad. En este caso esa impericia, ocurrida en Mendoza al 5000, le costó la vida a tres hombres y once personas sufrieron heridas. Al parecer el problema es del ente de seguridad, ya que hubo una denuncia de que la obra se inspeccionó hace 3 meses y como estaba cerrada no volvieron.

En la implementación del sistema nuevo falta la aplicación de un control continuo y un patrullaje constante e las obras en construcción. Con un régimen administrativo y de inspección en el que suceden estas cosas, se le suma que en los organismos de control no hay gente, ni presupuesto por lo que el sistema es ineficiente.

Así tras presentar los planos de la obra después se debe hacer controles de seguridad durante la construcción. En estos también está involucrada la UOCRA, aunque desde el sindicato dijeron que hicieron denuncias sobre la falta de controles. Pero lo puntual es que en el momento de hacer la demolición hubo una falla y no lo verificó nadie.

Del Ministerio de Seguridad dependen todos los organismos de control y acá se denota que no son tan eficientes. Es un ente descentralizado que tiene su propio presupuesto, pero hay todo un sistema administrativo que debe ser ineficiente con controles que no son acordes. Ahora Mauricio Macri está hablando de Planeamiento Urbano, pero allí se presentaron los planos y estos fueron aprobados. Pero no dice nada de la Dirección de Fiscalización y Control, que es quien debe inspeccionar el desarrollo de la obra.

Entre las medidas de seguridad que se deben realizar cuando se hace un edificio, esta la de submurar al momento de efectuar las excavaciones y controlar que eso esté bien. Evidentemente eso no se hizo como corresponde y a esto se suma que no hay un sistema eficiente que pueda controlar.

El jefe de Gobierno porteño apuntó directo a los responsables de la obra, ya que sostuvo que hubo "una enorme impericia por parte de la autoridad técnica de la obra en construcción" e individualizó al ingeniero a cargo de la obra, que es dueño de la constructora, y dijo que “Guillermo Heyaca Varela encaró una excavación no respetando los planos que tenía aprobados”. El ingeniero a cargo de la obra en construcción lindera al gimnasio que se derrumbó se defendió señalando que "Macri miente" y que va "a dar la cara" por el hecho.

Por su parte, el defensor adjunto del pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, Atilio Alimena, informó que "existían denuncias de vecinos de la obra" de Mendoza al 5.000 respecto a "alteraciones o molestias" que le ocasionaban los trabajos de excavación. Y agregó que “en esa cuadra hay casa muy antiguas que se veían afectadas, como lamentablemente terminó siendo gravemente afectada esta casa donde estaba el gimnasio”, y explicó que las denuncias presentadas eran de vecinos que vivían "a mitad y al final de la cuadra" en la que estaba la obra.

Para el legislador Juan Cabandié en estas cuestiones “hay que ser cuidadosos para dar con la información justa y precisa. Según el Jefe de Gobierno se realizaron tres visitas para verificar el estado de la obra y cumplir los requisitos. Pero no si en la última inspección se informa que no había nadie se debía haber clausurado e informarle a la empresa un día fijo para la inspección”.

Igualmente las explicaciones oficiales no satisfacen del todo del jefe del bloque de Encuentro Popular para la Victoria, ya que le parece que “eso es sospechoso, que no se haya encontrado a nadie en esa obra y por eso tendría que haberla clausurado directamente”.

El diputado dijo que es una falla directa de los entes de control. “Es decir se presume que puede ser eso, por lo que se pidieron los informes para saber si fueron o no a inspeccionar la obra, porque denuncias hubo. Como una hecha por teléfono que no fue tomada en cuenta”, graficó.

"Según sostienen los vecinos, con anterioridad al siniestro, se habían efectuado denuncias sobre posibles derrumbes", reiteró en sus fundamentos.

Así recordó que "este derrumbe constituye un hecho de suma gravedad que se suma al acaecido el 19 de julio en el predio ubicado en Viamonte 798". El legislador presentó un pedido de informes para que Mauricio Macri, explique los permisos y controles que había en el edificio derrumbado y el predio lindero."El presente pedido de informes busca verificar el trámite que esta obra ha tenido y cuáles han sido los hechos que han llevado a tan grave hecho", sostuvo Cabandié.

La cuestión es que en esta oportunidad el modelo de estado macrista tiene que lamentar tres víctimas. Para empezar, el Jefe de Gobierno ya le echó la culpa a otro. Una costumbre muy PRO.

1 comentario:

Jorge Devincenzi dijo...

los controles en materia de construcción de obras nuevas y habilitaciones están privatizados. Ese es, me parece, el nudo de la cuestión. No es el Estado el que controla, sino unos profesionales inscriptos a través de los Colegios Profesionales, que funcionan como monotributistas. Y a veces puede suceder (como casi seguro en este caso) que el profesional que controla sea el mismo que edifica. Los nombres no son los mismos, pero los tipos tontos no son