El monopolio del papel contra las cuerdas. Guillermo Moreno, señalado por Clarín como el causante de todos los males de la humanidad, le presentará a la Presidenta Cristina Fernández la investigación sobre Papel Prensa que se asienta en la información pública disponible y el testimonio de varios testigos.
En pocos días el secretario de Comercio Interior de la Nación, Guillermo Moreno, dará a conocer el informe sobre Papel Prensa que viene realizando la comisión investigadora que él encabeza. El titular de la Comisión Nacional de Valores, Alejandro Vanoli, informó que se inició un sumario a los directivos de esta empresa por presuntas irregularidades denunciadas por la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) y aseguró, además, que si se descubren delitos lo derivarán a la Justicia. Esto no debiera sorprender en una empresa en la cual su historia, desde sus orígenes, está plagada de irregularidades.
Revista Zoom charló con el empresario teatral y cinematográfico Osvaldo Papaleo, cuñado de David Graiver y testigo de cómo la familia del financista muerto en un accidente de avión, era despojada de Papel Prensa por Clarín, La Nación y La Razón, con la ayuda de la dictadura cívico-militar dirigida por Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera y José Alfredo Martínez de Hoz, entre otros.
Papaleo, secretario de Prensa de Estela Martínez de Perón, fue secuestrado y torturado durante la última dictadura cívico-militar y declaró en el juicio al ex capellán de la policía bonaerense, Christian Von Wernich, condenado a prisión perpetua.
¿Cómo se inicia el calvario de los Graiver?
Papel Prensa cuando nace lo hace como una empresa estratégica, donde el Estado se guarda el 30 por ciento de las acciones porque no es una fábrica que hace papel corrugado, sino que lo hace para diarios que difunden una idea. Uno de los ideólogos de esto es (José Ber) Gelbard junto a la CGE (Confederación General Económica) y también en el gobierno militar de Agustín Lanusse donde (Francisco) Manrique, que era ministro, quería eso. En el ’73 la compra David Graiver y se queda con el 70 por ciento de las acciones y el resto le queda al Estado. Por la ley de sociedades anónimas no puede tener todas las acciones a su nombre y por eso también figura una empresa que se llamaba Galerías Da Vinci, en otras Rafael Ianover -que era vicepresidente de la sociedad y amigo de la familia- y un 30 por ciento queda a nombre de la hija de Graiver, que había nacido el 2 de noviembre del ’74. Cuando muere Graiver, el 17 de agosto del ’76, su familia estaba en México, y como habían vivido mucho tiempo en Estados Unidos, destacados miembros de la comunidad judía estadounidense le advierten que si volvían a la Argentina la iban a pasar mal porque había una dictadura feroz.
Ellos tenían cuatro bancos, dos en Argentina, uno en Nueva York y otro en Bruselas, que estaban en quiebra y como se les iban a ir los acreedores, sus amigos estadounidenses les dicen que podrían estar interesados en comprar algunas empresas del grupo, entre las que estaba Papel Prensa. La familia decide que su destino se encuentra Buenos Aires y vuelven en septiembre del ’76. Cuando llegan abren la sucesión de David Graiver porque había una menor, con su defensor designado. En México ya habían recibido llamadas peligrosas con este tema porque los diarios entran a pergeñar, como se venía el golpe, de quedarse con Papel Prensa, por lo que empezaron a hacer sus contactos con los militares desde el ’75. Así ayudan a su consumación Clarín, La Nación y La Razón, encima este último era manejado por el comando en jefe, ya que les dejaron las acciones a los Peralta Ramos, pero se quedaron con la dirección periodística del diario. La muerte del abogado Marcos Satanowsky está vinculada con las acciones de La Razón.
¿Cuál es la estrategia que tienen los diarios para quedarse con la Papel Prensa?
Cuando estalla el Proceso, ellos (los diarios) medio a los tumbos forman una empresa, que ni siquiera fue aprobada por la Inspección General de Justicia, que se llama FAPEL. Y es la que va a aparecer después, primero comprándole a los Graiver y después transfiriéndole a los diarios para no aparecer ellos como compradores directos. Cuando los Graiver llegan al país empiezan a pilotear las deudas y las quiebras de las 32 empresas del grupo. Entonces ahí comienzan a hablar del tema de Papel Prensa, ya que la familia quería recaudar fondos para hacer frente a las deudas que generaron los bancos y las empresas. Pero notan un clima muy hostil por parte del gobierno de facto, una presión escandalosa con llamados a ellos y amenazas que involucran a la hija de Graiver.
Allí aparece un operador de Papel Prensa, (Guillermo) Gainza Paz, que tiene que ver con la familia de La Prensa pero que no venía en nombre de este diario, era un lobbysta que les dice que tienen que vender porque la Junta Militar los ve mal. También conocían a Francisco Manrique, que les dice lo mismo: que debían vender todo porque no eran bien vistos por el gobierno. Lo van a ver a Lanusse que les pinta el mismo panorama, pero les recomienda hablar con (Jorge Rafael) Videla, quien pese a las gestiones nunca los atiende. Ahí el presidente de Papel Prensa (Pedro) Martínez Segovia, que era primo de (José Alfredo) Martínez de Hoz, la invita a mi hermana (Lidia Papaleo) a un almuerzo en donde queda al descubierto la violencia de la presión, ya que le dice: “mire ustedes tienen que vender, el gobierno y Martínez de Hoz dicen que le tienen que vender a una grupo argentino y no integrado por la comunidad judía”. Es que ellos tenían alguna versión de Estados Unidos de que había un grupo judío estadounidense, amigo de la familia, que podía comprar Papel Prensa.
¿Cómo sigue la historia?
Así hay una primera reunión del grupo de diarios con Isidoro Graiver (hermano de David) en que le hacen una propuesta ridícula y le dicen que era eso o nada. En ese clima se hace una segunda reunión donde se firma un preconvenio, en noviembre del ’76, en el despacho de Bartolomé Mitre en la calle San Martín. Allí los integrantes de la familia son separados para presionarlos individualmente. A mi hermana le toca Héctor Magnetto, quien muy coloquial le dice que por la seguridad de su hija y la suya debe vender. Se firma ese preconvenio donde se ponen una serie de cláusulas, todas a favor de los diarios, pero se pone ad referéndum de la aprobación de parte del juez de la sucesión. Ahí está la expectativa de la familia, ya que el juez al ver el valor de venta tenía que decir algo, pero quien lo nota es el defensor de menores, que defiende el patrimonio de la hija de Graiver.
En enero del ’77 hay otra conversación donde ellos presionan para que haya una aprobación de parte del juicio de sucesión. Llegan a marzo y en los primeros días hacen una asamblea donde participa la familia y firman la transferencia. Después, el 8 de ese mes, secuestran a Juan Graiver, el papá de David, y el 14 a mi hermana y a Isidoro Graiver. Quedaban las acciones de Ianover, quien les dice que él era el tenedor pero no eran suyas y que no las iba a regalar. Lo aprietan, firma y Ianover pide que por lo menos le garanticen la libertad. Pero después de firmar va 16 meses secuestrado.
¿Por qué pese a firmar igual los detienen?
Nosotros tenemos la idea de que el objetivo era presionarlos para vender y que con las detenciones buscan quebrarlos para que nunca más puedan reclamar nada. Y todo lo que se hace cuando la familia está presa es una escandalosa violación y no tiene asidero legal. Empezando por FAPEL, que más que una empresa es un sello que se apodera de Papel Prensa, y después porque en cuatro años no se hace ninguna asamblea en la papelera.
¿Ninguna?
Yo voy a una asamblea, que veo que se publicita en marzo del ’79, donde ellos ahí licuan las acciones de la menor, María Sol Graiver, con la excusa de una extensión de capital. Y yo quería participar porque era tutor legal de ella y me entero de la asamblea porque Bernardo Sofovich, que era abogado de Clarín, me cita y me explica lo que van a hacer. Yo aprovecho y llamó a un abogado estadounidense y nos vamos al Banco Nacional de Desarrollo (BANADE) con un escribano. Pero en la puerta un milico nos baraja mal y no nos deja entrar. Ahí licuan las acciones de María Sol, pero ese acto es observado por el defensor de menores que mete un escrito en contra y eso quedó en la causa. Todo esto sirvió para que, al regreso de la democracia, se armara un expediente de investigación de Luciano Molinas, que era el Procurador de la Nación, que en parte venía de una denuncia escandalosa de la situación.
¿Los diarios que adquieren Papel Prensa, en algún momento intentan justificar su accionar en la compra?
En mayo del ’77 cuando firman y se apoderan de la empresa, ellos sacan una solicitada en todos los diarios donde dicen que compraron, pero que primero consultaron a la Junta de Comandantes y que fue aprobada por las autoridades la adquisición de la fábrica. Por eso la famosa inauguración de la planta, que se iba a hacer igual porque la inversión ya estaba hecha. Ellos vivieron de un crédito del BANADE, y del millón que se firma del convenio depositan sólo 7 mil dólares, que estuvieron un tiempo en la escribanía porque estaba todo sujeto a la aprobación del juez de la sucesión.
Un escándalo, se apoderaron de la empresa sin plata, pero comprometieron a todo el mundo. En un momento (Emilio Eduardo) Massera tiene una diferencia con ellos porque se da cuenta que estos vivos se han quedado con una empresa grande y los interviene. Va un tal (Alberto) D’Agostino, un milico de la Armada que hace un informe terrorífico diciendo que no habían puesto un peso y que las acciones no estaban en condiciones de venderse como las compraron ellos, porque se firmó por presión pero sin plata y después Clarín logra retrotraer esa situación.
Con Papel Prensa el Grupo Clarín inaugura su accionar mafioso que lo lleva a ser un multimedio.
Exacto, con Papel Prensa domina el mercado. Clarín era un diario más en el ’76, cuando estábamos en el gobierno de Isabel le teníamos más miedo a un título de Crónica porque vendía 700.000 ejemplares. Después Clarín se convierte en un monopolio y con el papel empieza a extorsionar y se hace dueño de todo para empezar a ser lo que es hoy.
Pero hoy ha quedado al descubierto una política que antes estaba oculta.
Las estrategias del Grupo las arma Héctor Magnetto, que es el que hizo este imperio. Y cuando Magnetto se muera el Grupo no va a ser el mismo, ya que Clarín es una idea económica de él. Un hombre capaz de cualquier cosa. Me decía mi hermana que cuando lo veía a Magnetto temblaba, le tenía más miedo que a sus torturadores.
¿Con la información que está recabando el Gobierno Nacional se puede dar un golpe de timón en Papel Prensa?
El informe de la Secretaría de Comercio Interior lo van a mandar a la Justicia. Hay un expediente que el juez (Daniel) Rafecas mandó a La Plata, donde hace unas consideraciones sobre que los Graiver fueron víctimas de delitos de lesa humanidad. El Gobierno va a ser denunciante a través del procurador (Joaquín Pedro) Da Rocha, de las autoridades de Papel Prensa por las transferencias de las acciones. Además, seguro que se revisará la actuación de los directores del Estado, como lo fue Luís Juez que estuvo en el gobierno de Carlos Menem. El gobierno va a ser denunciante en esta causa y mi hermana ahora no tiene problemas en presentarse a la Justicia y ser parte de las denuncias por delitos de lesa humanidad. Vamos a ir fuerte y con todo en eso.
También está la cuestión de la hija de Graiver, que era menor en ese momento y no se preservaron sus derechos.
Hicieron todo eso porque tenían impunidad y esto pasó en todos los órdenes de la sociedad. Por eso dejaron tantas huellas e hicieron las cosas que hicieron. Lo que no pensaron nunca es que esto se iba a volver para atrás tan rápido.
http://www.revista-zoom.com.ar/articulo3714.html
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