El Senado aprobó un proyecto impulsado por Julio Cobos para establecer el Servicio Cívico Voluntario, sobre el tema el coordinador del Comité contra la tortura de la Comisión provincial por la Memoria, Roberto Cipriano García, opinó en P&M que “pensar que con habilitar los cuarteles, dejar a los pibes ahí, van a solucionar el tema del delito, es insignificar el tema”.
El Servicio Cívico Voluntario, destinado a ciudadanos de entre 14 y 24 años que no estudian ni trabajan y en situación de “riesgo social”. La iniciativa, impulsada por la oposición y rechazada por el oficialismo, busca utilizar instalaciones ociosas de las Fuerzas Armadas para impartir estudios y enseñar oficios y artes a los interesados que, cobrarán un subsidio de tres asignaciones familiares por hijo. Este servicio no podrá durar más de un año y los voluntarios no podrán ser beneficiarios de otros planes sociales de ayuda nacionales o provinciales.
En diálogo con Política&Medios el coordinador del Comité contra la tortura de la Comisión provincial por la Memoria, Roberto Cipriano García explicó que “el proyecto es muy reduccionista como propuesta. Pensar que con habilitar los cuarteles, dejar a los pibes ahí, van a solucionar el tema del delito, es insignificar el tema”.
Para el abogado esto “es no encontrar soluciones de fondo, que tiene que ver con otras cosas, que son la inclusión, de darle la posibilidad a los pibes de que puedan estudiar, formarse, laburar. Todas las experiencias indican, con lo que pasó con el servicio militar, que esto puede ser considerado como un espanto de lo que puede pasar en estos casos”.
“En vez de educar a los pibes en una sociedad democrática le estamos ingresando elementos autoritarios, que le van a afectar a su formación. Para mí es una medida ficticia, que quiere de alguna manera conectar con un sector de la sociedad que viene del servicio militar y que piensa que ahí se encuentra un respeto a la autoridad. Esto para mi son cosas vacías en el contenido y pasadas de moda. No es así que se incluye a un pibe”, agregó.
Consultado si con esta iniciativa se quiere poner una seudo conscripción de nuevo, el letrado contestó que “si, las expectativas pasan por eso y parte de un sector autoritario de la sociedad. Es una posición que tiene que ver con seguir estigmatizando a la pobreza y la cuestión pasa por buscar políticas inclusivas para todos los pibes”.
En diálogo con Política&Medios el coordinador del Comité contra la tortura de la Comisión provincial por la Memoria, Roberto Cipriano García explicó que “el proyecto es muy reduccionista como propuesta. Pensar que con habilitar los cuarteles, dejar a los pibes ahí, van a solucionar el tema del delito, es insignificar el tema”.
Para el abogado esto “es no encontrar soluciones de fondo, que tiene que ver con otras cosas, que son la inclusión, de darle la posibilidad a los pibes de que puedan estudiar, formarse, laburar. Todas las experiencias indican, con lo que pasó con el servicio militar, que esto puede ser considerado como un espanto de lo que puede pasar en estos casos”.
“En vez de educar a los pibes en una sociedad democrática le estamos ingresando elementos autoritarios, que le van a afectar a su formación. Para mí es una medida ficticia, que quiere de alguna manera conectar con un sector de la sociedad que viene del servicio militar y que piensa que ahí se encuentra un respeto a la autoridad. Esto para mi son cosas vacías en el contenido y pasadas de moda. No es así que se incluye a un pibe”, agregó.
Consultado si con esta iniciativa se quiere poner una seudo conscripción de nuevo, el letrado contestó que “si, las expectativas pasan por eso y parte de un sector autoritario de la sociedad. Es una posición que tiene que ver con seguir estigmatizando a la pobreza y la cuestión pasa por buscar políticas inclusivas para todos los pibes”.
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