El canciller Celso Amorim consideró que esa sería "la mejor acción que los norteamericanos podrían tomar si quisieran cambios positivos y no intervencionistas”. También salió al cruce de de los grupos contrarrevolucionarios que criticaron al presidente Lula da Silva.
“La mejor acción que los norteamericanos podrían tomar si quisieran cambios positivos y no intervencionistas es acabar con el embargo”, advirtió Celso Amorim al considerar “todo lo bueno y lo ruinoso que ocurre en Cuba tiene como justificación el embargo”.
“Hay formas y formas de conversar, cuando yo pude conversar incentivamos a participar en mecanismos de revisión universal en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU”, agregó.
Luiz Lula da Silva viajó a Cuba el mes pasado, un día después de la muerte del disidente Orlando Zapata Tamayo, tras 85 días de huelga de hambre. Los grupos contrarrevolucionarios de la isla criticaron duramente al mandatario brasileño por no reunirse con ellos en el marco de este caso.
En este sentido, Amorim comentó que “Zapata murió cuando Lula estaba llegando, el presidente puede hacer muchas cosas pero no puede resucitar a nadie”.
Para el canciller, el mejor camino es el diálogo, que hasta ahora viene dando buenos resultados, ya que “Cuba aceptó algunas recomendaciones" y "firmó recientemente las convenciones de derechos políticos y civiles”.
“Alguien puede preguntar si eso sirvió de algo, y yo digo que fue un paso”, agregó con optimismo el jefe de la diplomacia brasileña, quien además confirmó a una televisora local que Brasil intenta fortalecer sus vínculos económicos con la isla, donde han crecido las inversiones del gigante sudamericano.
“Creemos que la mejor manera de contribuir a una evolución positiva en la ampliación de un régimen más democrático es dar apoyo a las transformaciones económicas en Cuba”, recalcó sobre las intenciones brasileñas de ampliar el comercio en ambos países.
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