El ministro del Interior dijo que de esta manera se empezará a cumplir con la nueva legislación electoral, a la que calificó como “un avance sustantivo”. Luego de esa fecha deberán pasar 60 días para que se realice la votación presidencial. Además negó que pueda haber un adelantamiento de los comicios.
Después que se aquietaron las aguas por el veto presidencial parcial a la reforma política, que no pudo ser rechazado por la oposición en el Congreso, el ministro de interior, Florencio Randazzo ratificó que el 14 de agosto del próximo año se harán las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias.
Y confirmó que “nosotros no vamos a adelantar ninguna elección” y lo consideró “un disparate absoluto” y “de una irresponsabilidad alarmante” dejar correr versiones sobre eventuales adelantamientos electorales.
Con respecto de las primarias, el titular de Interior recordó que el año pasado, debido a la modificación de la ley electoral, “pasaron por Casa de Gobierno todos los partidos políticos con representación parlamentaria, y todos los dirigentes políticos menos la doctora (Elisa) Carrió”.
“Hubo unanimidad en buscar un mecanismo de selección de candidatos mucho más transparente y participativo, y de ahí surgen las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias”, explicó.
Randazzo detalló todo el cronograma a seguir: “Vamos a implementar para el 14 agosto de 2011 las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias, y en los 60 días vamos a ir a la elección general, para que la Argentina nuevamente resuelva en libertad y tranquilidad quiénes van a ser las nuevas autoridades, el nuevo presidente”.
El 18 de marzo pasado en la Cámara Baja, la oposición expresó su rechazo al veto parcial de la reforma política, pero no le alcanzaron los votos para llegar a los dos tercios necesarios. De los 158 votos que necesitaba –eran 239 los diputados presentes- el arco opositor logró 142. Esto le dio vía libre al gobierno para hacer estos anuncios.
El decreto 2004/09 vetó los artículos 107 y 108 de la reforma política, que sostenían que las nuevas exigencias para que los partidos obtuvieran o mantuvieran su reconocimiento legal se aplicarían sólo a partir de 2012, es decir, después de las elecciones presidenciales.
El fundamento del decreto se basaba en que “estos artículos contradicen el objetivo central de la ley al diferir hasta el año 2012 la aplicación de normas que están directamente relacionadas con la mejora de la representación política y se consideran fundamentales para ordenar el universo de actores políticos”.
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