El Comité contra la tortura de la Comisión provincial por la Memoria, presentó una denuncia contra dos policías de la Comisaría Primera de La Plata, por amenazas y golpes a jóvenes en situación de calle. Su coordinador, el abogado Roberto Cipriano García, le explicó a P&M que “es algo que viene sucediendo desde hace tiempo.”
El coordinador del Comité contra la tortura de la Comisión provincial por la Memoria, Roberto Cipriano García, informó que “se hace la denuncia porque las características del hecho son terribles, un pibe está desfigurado de los golpes que le dieron”.
El abogado detalló a Política&Medios que “son amedrentados por su condición social y por una decisión de la institución de que los pibes no estén en la calle. Por lo que tratan todo el tiempo de correrlos del centro para que vuelvan a los barrios. En eso hay una persecución con los chicos”.
“Es una práctica habitual de policía y no solo en la ciudad de La Plata, esta actuación la venimos relevando esencialmente en todo del conurbano donde hay muchas denuncias de prácticas policiales abusivas. Y de esto se ha venido agravando desde hace dos años”, subrayó el letrado.
En este caso todo comenzó el domingo 27 de junio cuando un joven que se encontraba recostado en un banco de la plaza San Martín de la ciudad de La Plata y fue despertado con amenazas, insultos y golpes por dos personas que se identificaron como policías, uno de civil y otro con uniforme.
De acuerdo al relato del muchacho, los agentes le gritaron que si persistía en quedarse en el lugar “la iba a pasar mal”. Al finalizar la golpiza – que duró entre 5 y 10 minutos- los policías se retiraron del lugar sin llevarlo a la Comisaría.
Inmediatamente después la víctima se dirigió a la casa de una amiga, quien lo ayudó a curarse. Al día siguiente se dirigió al Hospital Rossi, para recibir tratamiento por los golpes y el dolor sufrido, sin embargo, el médico de guardia que lo atendió no le brindó la atención adecuada, debiendo actuar en su lugar un enfermero.
Efectuada la denuncia ante el Comité contra la tortura, se constataron las lesiones en la guardia del Hospital San Juan de Dios.
“Nosotros lo que hicimos fue hacer una denuncia penal y esta situación ya la hemos denunciado en el congreso provincial, planteado a los ministros del área, pero hay poco respuesta del gobierno de (Daniel) Scioli”, describió el coordinador.
Para García hay una decisión política del gobierno provincial para que la policía actúe de esta manera, ya que se busca “estigmatizar a estos sectores, perseguirlos y con alguna justificación legal se detenerlos. Esto tiene que ver con la decisión de que circulen lo menos posible”.
De acuerdo al escrito presentado en la fiscalía por el Comité contra la tortura, “las lesiones sufridas son evidentes a simple vista, con diversos hematomas y excoriaciones en su cuerpo, sobre todo el rostro, sus ojos se encuentran muy inflamados con hematomas, permaneciendo cerrado su ojo izquierdo”.
El joven – que trabaja como limpiavidrios en la ciudad de la Plata- manifestó que ya conocía al personal policial que lo agredió de anteriores oportunidades y que ya había sido increpado cuando pernoctaba junto a otros jóvenes en la explanada del Teatro Argentino debido a que en ese momento no tenía vivienda.
Esos mismos policías los amenazaban todas las mañanas de forma violenta con que los iban a prender fuego, pegándoles patadas, diciéndoles que si no iban a robar para ellos les iban a “armar una causa” y a meter presos.
Estos hechos de hostigamiento y persecución en la explanada del Teatro Argentino, sucedieron durante el año 2010 en los meses de marzo, abril y mayo.
El abogado detalló a Política&Medios que “son amedrentados por su condición social y por una decisión de la institución de que los pibes no estén en la calle. Por lo que tratan todo el tiempo de correrlos del centro para que vuelvan a los barrios. En eso hay una persecución con los chicos”.
“Es una práctica habitual de policía y no solo en la ciudad de La Plata, esta actuación la venimos relevando esencialmente en todo del conurbano donde hay muchas denuncias de prácticas policiales abusivas. Y de esto se ha venido agravando desde hace dos años”, subrayó el letrado.
En este caso todo comenzó el domingo 27 de junio cuando un joven que se encontraba recostado en un banco de la plaza San Martín de la ciudad de La Plata y fue despertado con amenazas, insultos y golpes por dos personas que se identificaron como policías, uno de civil y otro con uniforme.
De acuerdo al relato del muchacho, los agentes le gritaron que si persistía en quedarse en el lugar “la iba a pasar mal”. Al finalizar la golpiza – que duró entre 5 y 10 minutos- los policías se retiraron del lugar sin llevarlo a la Comisaría.
Inmediatamente después la víctima se dirigió a la casa de una amiga, quien lo ayudó a curarse. Al día siguiente se dirigió al Hospital Rossi, para recibir tratamiento por los golpes y el dolor sufrido, sin embargo, el médico de guardia que lo atendió no le brindó la atención adecuada, debiendo actuar en su lugar un enfermero.
Efectuada la denuncia ante el Comité contra la tortura, se constataron las lesiones en la guardia del Hospital San Juan de Dios.
“Nosotros lo que hicimos fue hacer una denuncia penal y esta situación ya la hemos denunciado en el congreso provincial, planteado a los ministros del área, pero hay poco respuesta del gobierno de (Daniel) Scioli”, describió el coordinador.
Para García hay una decisión política del gobierno provincial para que la policía actúe de esta manera, ya que se busca “estigmatizar a estos sectores, perseguirlos y con alguna justificación legal se detenerlos. Esto tiene que ver con la decisión de que circulen lo menos posible”.
De acuerdo al escrito presentado en la fiscalía por el Comité contra la tortura, “las lesiones sufridas son evidentes a simple vista, con diversos hematomas y excoriaciones en su cuerpo, sobre todo el rostro, sus ojos se encuentran muy inflamados con hematomas, permaneciendo cerrado su ojo izquierdo”.
El joven – que trabaja como limpiavidrios en la ciudad de la Plata- manifestó que ya conocía al personal policial que lo agredió de anteriores oportunidades y que ya había sido increpado cuando pernoctaba junto a otros jóvenes en la explanada del Teatro Argentino debido a que en ese momento no tenía vivienda.
Esos mismos policías los amenazaban todas las mañanas de forma violenta con que los iban a prender fuego, pegándoles patadas, diciéndoles que si no iban a robar para ellos les iban a “armar una causa” y a meter presos.
Estos hechos de hostigamiento y persecución en la explanada del Teatro Argentino, sucedieron durante el año 2010 en los meses de marzo, abril y mayo.
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