Continúan las repercusiones luego del violento accionar de la Policía de Macri en el desalojo y demolición de varios locales que estaban alrededor de la estación de trenes de Liniers. Política&Medios charló con los legisladores Eduardo Epszteyn y Marcelo Parrilli. Ambos coincidieron en que el Gobierno porteño está mostrando su perfil más autoritario.
El lunes pasado, la Policía Metropolitana debutó en las ligas mayores de la represión con un saldo de cuatro heridos y siete detenidos. Para el legislador de Dialogo por Buenos Aires, Eduardo Epszteyn, el desalojo en Liniers fue absolutamente autoritario y arbitrario, ya que “el cumplimiento de la ley lo que hubiese marcado era que esos locales, en principio, fueran clausurados, pero no desalojados con ese nivel de violencia, ni topadoras”.
“No es así como se recupera el espacio público en democracia. No se puede hacer una intervención de ese tipo sin una orden judicial”, remarcó a P&M.
El ex ministro de Espacio Público de Aníbal Ibarra consideró que este accionar de la nueva policía porteña es un mal antecedente: "A poco del aniversario de la muerte de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, que se produzca un evento de este tipo está indicando hacia dónde quiere ir el macrismo con las políticas de seguridad y para qué quieren usar a la Metropolitana”.
“Es una política autoritaria que intentarán aplicar para la venta ambulante y la ocupación del espacio público. En estos temas está el derecho que tenemos todos al espacio público, pero también el de la gente que lo ocupa para ganarse el pan”, explicó Epszteyn.
Según el legislador, hay que compatibilizar las dos cosas y buscar consensos, ya que “no se puede ir con la topadora y la policía a herir gente. Estamos absolutamente en contra de este tipo de método”.
“Por la inacción en que se encuentra su gobierno, Macri quiere generar todo el tiempo hechos polémicos y marketineros que generen división en la opinión pública y debate. Es un discurso autoritario en el que apela a encontrarse con lo peor de su base electoral”, agregó.
Por su parte, el legislador del MST, Marcelo Parrilli, tampoco ahorró críticas frente al accionar macrista en el desalojo de Liniers: “Esta no es una cuestión de espacio público, sino de derechos humanos y creo que fue un debut de la Metropolitana para mostrar su perfil totalmente alejado del de policía comunitaria”.
“Con este desalojo, más el intento de sancionar leyes reprimiendo a motoqueros, trapitos y cuidacoches, se crea un mensaje autoritario directamente dirigido hacia su base más próxima y hacia los sectores más conservadores, en el sentido que hay mano dura”, describió Parrilli coincidiendo con su colega Epszteyn en el tema.
El integrante de la comisión Protección y Uso del Espacio Público sostuvo en P&M que “Macri considera que a todos aquellos sectores que no encuadran en el proyecto político del PRO hay barrerlos de las calles. Este gobierno se caracteriza por hacer grandes negocios privados con el espacio público para cederlos a empresas o amigos”.
“A los trabajadores, a los sectores populares y a los más marginados Macri trata de borrarlos del espacio público y vender eso como defensa del mismo. Es la continuación de lo que hacía la UCEP, con otro aparato no menos violento”, afirmó el diputado.
Parrilli consideró que probablemente se quiera replicar esto en Retiro o en Florida, aunque “el tema es si políticamente va a tener posibilidades de hacerlo, ya que evidentemente no sólo va a haber críticas, sino reclamos concretos de los sectores afectados”.
“No es así como se recupera el espacio público en democracia. No se puede hacer una intervención de ese tipo sin una orden judicial”, remarcó a P&M.
El ex ministro de Espacio Público de Aníbal Ibarra consideró que este accionar de la nueva policía porteña es un mal antecedente: "A poco del aniversario de la muerte de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, que se produzca un evento de este tipo está indicando hacia dónde quiere ir el macrismo con las políticas de seguridad y para qué quieren usar a la Metropolitana”.
“Es una política autoritaria que intentarán aplicar para la venta ambulante y la ocupación del espacio público. En estos temas está el derecho que tenemos todos al espacio público, pero también el de la gente que lo ocupa para ganarse el pan”, explicó Epszteyn.
Según el legislador, hay que compatibilizar las dos cosas y buscar consensos, ya que “no se puede ir con la topadora y la policía a herir gente. Estamos absolutamente en contra de este tipo de método”.
“Por la inacción en que se encuentra su gobierno, Macri quiere generar todo el tiempo hechos polémicos y marketineros que generen división en la opinión pública y debate. Es un discurso autoritario en el que apela a encontrarse con lo peor de su base electoral”, agregó.
Por su parte, el legislador del MST, Marcelo Parrilli, tampoco ahorró críticas frente al accionar macrista en el desalojo de Liniers: “Esta no es una cuestión de espacio público, sino de derechos humanos y creo que fue un debut de la Metropolitana para mostrar su perfil totalmente alejado del de policía comunitaria”.
“Con este desalojo, más el intento de sancionar leyes reprimiendo a motoqueros, trapitos y cuidacoches, se crea un mensaje autoritario directamente dirigido hacia su base más próxima y hacia los sectores más conservadores, en el sentido que hay mano dura”, describió Parrilli coincidiendo con su colega Epszteyn en el tema.
El integrante de la comisión Protección y Uso del Espacio Público sostuvo en P&M que “Macri considera que a todos aquellos sectores que no encuadran en el proyecto político del PRO hay barrerlos de las calles. Este gobierno se caracteriza por hacer grandes negocios privados con el espacio público para cederlos a empresas o amigos”.
“A los trabajadores, a los sectores populares y a los más marginados Macri trata de borrarlos del espacio público y vender eso como defensa del mismo. Es la continuación de lo que hacía la UCEP, con otro aparato no menos violento”, afirmó el diputado.
Parrilli consideró que probablemente se quiera replicar esto en Retiro o en Florida, aunque “el tema es si políticamente va a tener posibilidades de hacerlo, ya que evidentemente no sólo va a haber críticas, sino reclamos concretos de los sectores afectados”.
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