Buenos Aires, 15 de febrero (Télam).- El mediocampista de Boca Unidos Santiago Raymonda reconoció que se fue "con un sabor un poco amargo", tras la agónica igualdad que consiguió anoche Independiente ante su equipo, 1 a 1, en el inicio de la fecha 23 del torneo de la Primera B Nacional.
"A priori antes del partido, como venía Independiente, firmábamos el empate, pero como se dio el encuentro, en ventaja y faltando tan poquito, nos empatan y nos vamos con un sabor un poco amargo", admitió el volante.
Después Raymonda manifestó: "No pudimos sumar de a tres, que hace mucho que no lo hacemos, y es una lástima. Hicimos un esfuerzo muy grande para no haber ganado el partido".
"Es una pena, hicimos un gran partido ante un rival de jerarquía con un potencial increíble, pero el fútbol tiene estas cosas a veces te vas con poquito, aunque nos vamos con algo", se consoló.
Sobre su posición en la cancha, el mediocampista contó: "Me gusta jugar de doble cinco, ya la edad (34) es complicada llevarla adelante entonces hay que tirarse unos metros más atrás. Me gusta porque agarro la cancha de frente e intento atacar los espacios vacíos. Es una posición en que me siento útil".
En el final, Raymonda confesó: "La verdad es que en el gol quise tirar un centro y cuando vi al arquero retroceder me dí cuenta que la pelota entraba", se sinceró. (Télam).-
"A priori antes del partido, como venía Independiente, firmábamos el empate, pero como se dio el encuentro, en ventaja y faltando tan poquito, nos empatan y nos vamos con un sabor un poco amargo", admitió el volante.
Después Raymonda manifestó: "No pudimos sumar de a tres, que hace mucho que no lo hacemos, y es una lástima. Hicimos un esfuerzo muy grande para no haber ganado el partido".
"Es una pena, hicimos un gran partido ante un rival de jerarquía con un potencial increíble, pero el fútbol tiene estas cosas a veces te vas con poquito, aunque nos vamos con algo", se consoló.
Sobre su posición en la cancha, el mediocampista contó: "Me gusta jugar de doble cinco, ya la edad (34) es complicada llevarla adelante entonces hay que tirarse unos metros más atrás. Me gusta porque agarro la cancha de frente e intento atacar los espacios vacíos. Es una posición en que me siento útil".
En el final, Raymonda confesó: "La verdad es que en el gol quise tirar un centro y cuando vi al arquero retroceder me dí cuenta que la pelota entraba", se sinceró. (Télam).-
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