martes, 18 de octubre de 2011

CRISMANICH: "CON EL ENARD SENTIMOS UN VUELCO DE 180 GRADOS".

Guadalajara, 18 de octubre (Télam, por Roberto Koira, enviado especial).- El taekwondista Sebastián Crismanich, quien ganó la cuarta medalla de oro para la Argentina en los Juegos Panamericanos de Guadalajara, destacó que "con el ENARD sentimos un vuelco de 180 grados en nuestro deporte".
"Con el ENARD (Ente Nacional de Alto Rendimiento) sentimos un vuelco de 180 grados y al cambiar la conducción de la Confederación Argentina de Taekwondo (CAT) hizo que se pueda hacer una buena gestión para que esta entidad pueda apoyarnos", admitió Crismanich, en una entrevista exclusiva con Télam.
El ganador en la categoría hasta 80 kilogramos subrayó: "El ENARD siempre estuvo dispuesto a apoyar a los atletas. Por suerte, luego aunaron fuerzas con la confederación y todo se potenció".
"Por eso estoy muy contento con el ENARD y gracias a ese plafón me puse como meta llegar de la mejor manera a estos Juegos Panamericanos", agregó.
El dos veces campeón panamericano (2005 y 2007) de su especialidad afirmó: "A los argentinos nos caracteriza ese hambre de gloria de querer triunfar, pese a todo. Salí convencido, con todo y tenía muchas ganas de lograr el oro".
"Sabía que si pasaba la segunda lucha, que fue con un rival muy difícil (el canadiense Sebastien Michaud, tres veces medallista en Mundiales y bronce olímpico en Beijing 2008), se iba a abrir el panorama para lograr ese objetivo", resaltó el también campeón sudamericano en Chile 2008.
Luego de la medalla a Crismanich se lo veía muy feliz e intercambiaba sonrisas con su entrenador Gabriel Taraburelli y el jefe del equipo Ricardo Torres. Es que a los 24 años era su primera vez en un Juego Panamericano.
"El objetivo era que el taekwondo se lleve una medalla de oro y se logró. Nos queda un día más de competencia y espero que algunos de los chicos pueda conseguir otra medalla", consideró.
En 2010 hubo un problema por dos federaciones paralelas y la Confederación Argentina estuvo embargada. Por eso faltaba dinero para entrenar y hacer giras.
Sobre esta situación, el medallista recordó: "Cuando estuve sin hacer giras durante 2010 me levantaba pensando en que quería ir a un Juego olímpico y ganar una medalla allí. Y eso me motivaba para entrenar".
Pero las cosas cambiaron radicalmente con las nuevas autoridades y el ENARD. "En San Luis de Potosí (México) hicimos la parte final de la preparación y ayudó a la parte física, ya que ahí estábamos en la altura", contó Crismanich.
Para el taekwondista esto fue fundamental, ya que pudo "afinar la parte táctica en combate porque había muchas selecciones de varios países de gran nivel. Entonces ahí pudimos medirnos, afinar distancias", aclaró.
"Cosa que en Argentina no tenemos esa cantidad y calidad de competidores en donde uno entrena. Salimos a buscar esa experiencia", amplió.
Según Crismanich "el entrenador pensó que era la mejor opción San Luis de Potosí para entrenar con esas selecciones y por suerte dio sus frutos".
Nacido en la ciudad de Corriente vive con su hermano Mauro en Córdoba que también compite en 58 kilos.
"A mi hermano le gustaba las artes marciales y a mí me gustaban todos los deportes. Comencé taekwondo para estar más cerca de él y vivirlo en familia", rememoró con cariño.
Pero también se acordó de otros miembros de su familia: "Mi papá también hizo por muchos años artes marciales (judo y karate) y compartir esa pasión fue lo que me decidió: yo también quiero hacer taekwondo".
"La única que no me ve es mi mamá porque la pone mal ver a sus hijos peleando. Mí papá siempre me apoyó en esto y le encantaría estar acá, pero por cuestiones de trabajo y dinero no puede. Es el hincha número uno que tenemos los dos", continuó.
Y tuvo un dedicatoria especial: "Esta medalla de oro es para mí mamá, ya que el domingo fue su día y para mí papá porque sin su empuje hoy no estaría acá".
En abril pasado, Crismanich participó del mundial de Gyeongju (Corea del Sur) donde perdió en octavos de final con el iraní Farzad Abdollahi, que luego fue campeón del mundo.
"En el Mundial perdí con el que fue campeón, iba ganando y en el final de la pelea una decisión de un árbitro me jugó un poco en contra y me terminó ganando por un punto", recordó.
Después del triunfo en los Panamericanos, el taekwondista se puso una meta: "Mi próximo objetivo es clasificar a los Juegos Olímpicos y lograr una medalla".
Para cumpir su sueño debe terminar entre los tres primeros del Preolímpico de Querétaro (México) que se llevará a cabo en tres semanas, ya con 25 años cumplidos.
Crismanich conquistó la tercera medalla de oro del taekwondo argentino en los Juegos Panamericanos, las anteriores fueron conseguidas por Alejandro Hernando (64 kilos) y Vanina Sánchez Berón (65 kilos) en Mar del Plata 1995. (Télam).

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