Buenos Aires, 6 de julio (Télam).- La deuda que mantienen los dirigentes con el plantel diezmó hoy el inicio de la pretemporada de San Lorenzo de Almagro, al punto que los defensores Jonatan Bottinelli y Cristian Tula y el volante Matías Giménez se negaron a viajar a San Luis hasta tanto no se les pague los salarios atrasados.
La delegación, encabezada por el DT Omar Asad, partió hacia Potrero de los Funes con otras dos bajas: la del volante Leandro Romagnoli, que se quedó en Buenos Aires para completar la rehabilitación por una lesión en la rodilla; y la del delantero paraguayo Pablo Velázquez, que podría rescindir su contrato.
Por el lado de Bottinelli, se entrena solo y no regresará al club hasta acordar un plan de pago con la dirigencia para la cancelación de parte de primas que se le adeuda.
Tula, aparte de su conflicto económico, expuso motivos personales para no ir a la pretemporada en San Luis, que durará 20 días.
En el caso de Matías Giménez, este pretende cobrar la totalidad de la deuda y rescindir su contrato para volver a Boca Juniors.
Distinta es la situación de otro de los ausentes, Velázquez, ya que el paraguayo evalúa retornar a su país porque nunca se pudo adaptar al fútbol argentino y también le deben plata.
La situación de malestar del plantel, por lo económico, hizo que los vicepresidentes Carlos Datria y Jorge Aldrey se juntaran en el vestuario con los jugadores para negociar una forma de pago.
Aldrey mantuvo reuniones con Cristian Tula, Pablo Migliore y Juan Carlos Menseguez: los dos últimos se subieron al micro que partió a San Luis; el defensor no.
La única incorporación con que cuenta el técnico Omar Asad, y quien hoy ya se entrenó en el club, es Diego Martínez, delantero que viene de Aldosivi de Mar del Plata que se incorporará al trabajo en San Luis, este viernes. El domingo se sumará el arquero Nereo Champagne, que volvió de su préstamo en Ferro. (Télam).
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