La Plata, 3 de julio (Télam, por Roberto Koira).- Como se da en los Mundiales, los brasileños y venezolanos no solo comparten su pasión por el fútbol sino también las tribunas en el Estadio Unico de La Plata, una de las sedes de la Copa América Argentina 2011.
Lo que no ocurre en el torneo argentino, ni en las divisionales de ascenso, que no va el público visitante, los hinchas de ambos seleccionados conviven pacíficamente no sólo en la cancha, sino también en los alrededores del estadio.
Todos con su color, los brasileños con su caracterísca pasión por la ´verdeamarela´ y sus hermosas mujeres que acompañan el "Brasil, Brasil". Algunos hasta se animan a saborear un choripán en la previa.
Por el lado de los venezolanos, su tranquilidad y su tonada caribeña saltan al instante. Ellos empiezan a comprender la pasión futbolera que los une a sus hermanos latínoamericanos, aunque ya son buenos aprendices de esta histórica escuela que tiene la marca del sur del continente.
Así "Los Teques" caraqueños, que llevan la imagen de un indio, comparten su espacio con la "Torcida Canarinho", y la cuestión no pasa por agredir al rival sino por compartir la alegría.
El equipo de Mano Menezes fue el primero en llegar al estadio, alrededor de las 14.20, en una caravana poblada de policías que con su sirena posibilitaban abrir el paso. Los "Torcedores" vivaban el paso del micro e intentaban sacar fotos a sus ídolos.
Diez minutos después arribaron los dirigidos por César Farías, sus hinchas no escatimaron fervor, pese al frío, para darles la bienvenida al Estadio Unico.
En la entrada en calor parecía que la mayoría era brasileña por los silbidos que recibió el conjunto venezolano. Aunque las banderas de uno y otro equipo daban paridad. Es que entre los hinchas visitantes también hay argentinos.
Los que si dieron ambas parcialidades fue una muestra de convivencia digna de admirar para los que creen que en el fútbol es todo vida o muerte. Se puede disfrutar de un espectáculo futbolístico, sin dejar de alentar y con respeto. (Télam).
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