La presidenta Cristina Fernández firmará el decreto por el cual se regula la distribución de diarios, revistas y afines. La medida garantiza la exclusividad de la venta a través de los kioscos y otros beneficios, la estabilidad del derecho a la parada, la devolución de ejemplares no vendidos y discutir con los editores y distribuidores otros aspectos de esa actividad.
Así las editoriales quedarán impedidas de vender publicaciones periodísticas en la vía pública decretando el fin a la desregulación de la venta de diarios que se había consolidado durante el mandato presidencial de Fernando De la Rúa.
La norma modifica el sistema de distribución de diarios, revistas y afines establecidos en la década del 90, que privilegió los intereses de grupos concentrados.
La modificación al marco normativo instituido en 1945 fue puesta en marcha definitivamente durante el gobierno de la Alianza de Fernando de la Rúa y su ministro de Economía Domingo Cavallo.
El diputado nacional y titular de SIVENDIA (Sindicato de Vendedores de Diarios, Revistas y Afines de Capital Federal y Ciudad Autónoma de Buenos Aires) explicó a P&M que "la presidenta con esta reglamentación vuelve a hacer un acto de justicia e igualdad. Nos restituye los derechos que nos habían quitado en la segunda década infame y a principios del 2000".
Según Plaíni en nombre del libre mercado "habían desregulado todo. Pensando que se podía vender diarios y revistas en una casa fúnebre, en una sastrería, a ellos le daba lo mismo porque ellos tratan de manejar no solamente el contenido, sino la distribución y la venta".
"Volvemos al histórico régimen que nos dio Perón en el 45, con una ley y luego con una resolución ministerial. La presidenta modificó aquel decreto de De la Rúa y Cavallo y ahora se constituyó una resolución en el ministerio de Trabajo, que es el único ámbito de aplicación que tenemos históricamente, festejó el secretario general de SIVENDIA.
El legislador subrayó que "no estamos haciendo nada nuevo, sino volver al régimen que toda la vida reguló nuestra actividad. La presidenta recompone las facultades históricas que tuvo el ministerio de Trabajo como ámbito de aplicación en vínculo de trabajo como el nuestro de interdependencia con las editoriales y la distribución".
La norma que reglamentará el Ejecutivo revertirá la tendencia monopólica, que precarizaba las condiciones de trabajo y generaba injustas transferencias de recursos de los trabajadores a los grupos editoriales.
Además garantiza la exclusividad de la venta a través de los kioscos y otros beneficios, la estabilidad del derecho a la parada, la devolución de ejemplares no vendidos y discutir con los editores y distribuidores otros aspectos de esa actividad.
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