Desde posiciones contrapuestas, La Nación y Página 12 presentaron en sus tapas de hoy notas de análisis sobre las derivaciones políticas de los festejos por el 25 de mayo. Clarín tampoco se privó de aportar su cuota de especulación. Las reflexiones del historiador Norberto Galasso en entrevista con P&M.
Tras reconocer el carácter realmente popular e histórico de la multitudinaria celebración del Bicentenario y destacar la organización de los distintos eventos, era tal vez esperable que surgiera algún “pero”, sobre todo desde las páginas de los grandes diarios enfrentados a la Casa Rosada.
“El Gobierno busca un rédito político del éxito de los festejos”, aseguró La Nación en su título principal de portada, y agregó que en el oficialismo evaluaron la participación ciudadana “como un ‘respaldo’ de la gente” y que ya se “habla de una suerte de relanzamiento de cara a 2011”.
En la misma línea, aunque no en tapa, Clarín también se refirió al “efecto Bicentenario” al considerar en un artículo de opinión que “(Néstor) Kirchner piensa que sumó puntos para 2011”.
“Kirchner, entusiasmado, ya le reclamaba ayer a algunos dirigentes del conurbano que garantizasen para el año próximo porcentajes superiores al 50 en sus distritos. ‘Deberíamos organizar otra fiesta similar para entonces’, especulaba uno de ellos, que hasta se atrevió a bautizarla: ‘2011, la odisea argentina’", agregó el matutino.
Página 12, por su parte, recurrió a las principales encuestadoras para destacar que la masiva participación popular “dejó al Gobierno mejor posicionado” y demostró que “no existe la crispación generalizada que plantean algunos medios”.
Desde el gobierno salieron a negar rápidamente que estén en la búsqueda de un "rédito político" de los festejos para mejorar la performance electoral de Néstor Kirchner con miras a las elecciones presidenciales del año que viene.
Política&Medios charló con Norberto Galasso, quien no solo se refirió a este tema, sino que hizo un análisis de los festejos del Bicentenario.
Para el historiador, los que hablaron de rédito político revelan “una intención malsana porque lo que se ha producido es un fenómeno que expresa que hay una sociedad que está buscando un camino”.
“Creo que está disminuyendo, especialmente en los sectores medios, la animadversión hacia el Gobierno”, ya que “fue capaz de organizar un hermoso festejo sin ningún incidente, donde los padres, chicos y abuelos pudieron participar”, agregó, al considerar que “se nota que hay una fuerte necesidad de expresarse y tener protagonismo por parte del pueblo”.
“Esto ha sido un éxito total, incluso alguno de los opositores han tratado de treparse, como Elisa Carrió, quien dio declaraciones diciendo que las cosas estuvieron bien hechas. No faltaron tampoco quienes, como (Oscar) Aguad, pusieran palos en la rueda como siempre”, graficó.
Sobre la participación ciudadana, Galasso interpretó que el pueblo necesitaba “sentirse dueño de las calles”, algo que marcó una de las grandes diferencias con respecto al Centenario, que “fue para una minoría, donde a los visitantes ilustres los llevaban a conocer las estancias para mostrarles los palacetes como el de los Anchorena”.
En este sentido, el historiador también subrayó la presencia en los festejos de presidentes como Hugo Chávez o Evo Morales, “lo mejor que tiene Latinoamérica hoy en cuanto a gobernantes populares”, que da cuenta de “otro hecho interesante que se ratifica con la designación de Néstor Kirchner como secretario de UNASUR”.
“Todo esto no tiene nada que ver con la Infanta Isabel de Borbón o de algunos de los que vinieron para el primer Centenario. Ésa era la Argentina oligárquica, la semicolonia inglesa que ahora está en un camino de liberación”, concluyó Galasso.
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