Esta madrugada se produjeron enfrentamientos entre puesteros y agentes de la fuerza porteña, tras un violento desalojo y la demolición de varios locales instalados a la altura de la estación de trenes. Como saldo final, cuatro personas resultaron heridas y otras siete fueron detenidas.
El operativo de desalojo se inició pasada la medianoche en avenida Rivadavia al 11.600, a espaldas de las vías del ferrocarril Sarmiento, en la estación Liniers. A las 2 de la mañana varias topadoras comenzaron a demoler los locales que, según las autoridades del gobierno porteño, no contaban con la debida autorización.
Esta acción desencadenó enfrentamientos entre puesteros que comenzaron a arrojar piedras y agentes de la Policía Metropolitana. Tras la trifulca, pasadas las 7 continuaban los trabajos de topadoras y camiones retirando escombros tras la demolición de los locales.
Sin embargo, varios puesteros permanecían en la zona analizando los pasos a seguir. Otros locales comerciales ubicados desde la avenida Rivadavia al 11.600 hacia Villa Luro, en la misma estación Liniers, se encontraban clausurados pero no demolidos.
Según un comunicado emitido por la Policía Metropolitana: “Los 70 oficiales que estuvieron presentes debieron actuar cuando un grupo de personas que explotaban esos negocios comenzaron a agredir a los empleados municipales con piedras que traían de las vías del Ferrocarril Sarmiento lindante con la zona desalojada”.
“Además, estos manifestantes empezaron a preparar botellas con combustible presumiblemente para ser arrojados tanto contra los efectivos de la policía como contra los municipales. Debido a los incidentes se detuvieron 7 personas que fueron remitidas a la Comisaría 44, cuatro efectivos resultaron heridos con traumatismos de distinto grado y se secuestraron los bidones de combustible”, completó la misiva.
El ministro de Justicia y Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, explicó que “hubo un desalojo programado a partir de ayer a la noche y había que cortar la Avenida Rivadavia que implicaba una congestión en el tránsito, para demoler una serie de puestos que estaban claramente en infracción”.
Y agregó que “ si alguien le cobra alquiler a estas personas las está estafando porque es como si yo cobraba el alquiler de una plaza, que no había habilitación y esto fue realizado también por el Ministerio de Espacio Público, estuvo la Policía Metropolitana con la Guardia de Auxilio, Defensa Civil, con la identificación”.
Voceros de los afectados alegaron, sin embargo, que cada comerciante mantenía un contrato de alquiler con la empresa concesionaria del ferrocarril, titular de los terrenos en los que se erigían los locales.
Esta acción desencadenó enfrentamientos entre puesteros que comenzaron a arrojar piedras y agentes de la Policía Metropolitana. Tras la trifulca, pasadas las 7 continuaban los trabajos de topadoras y camiones retirando escombros tras la demolición de los locales.
Sin embargo, varios puesteros permanecían en la zona analizando los pasos a seguir. Otros locales comerciales ubicados desde la avenida Rivadavia al 11.600 hacia Villa Luro, en la misma estación Liniers, se encontraban clausurados pero no demolidos.
Según un comunicado emitido por la Policía Metropolitana: “Los 70 oficiales que estuvieron presentes debieron actuar cuando un grupo de personas que explotaban esos negocios comenzaron a agredir a los empleados municipales con piedras que traían de las vías del Ferrocarril Sarmiento lindante con la zona desalojada”.
“Además, estos manifestantes empezaron a preparar botellas con combustible presumiblemente para ser arrojados tanto contra los efectivos de la policía como contra los municipales. Debido a los incidentes se detuvieron 7 personas que fueron remitidas a la Comisaría 44, cuatro efectivos resultaron heridos con traumatismos de distinto grado y se secuestraron los bidones de combustible”, completó la misiva.
El ministro de Justicia y Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, explicó que “hubo un desalojo programado a partir de ayer a la noche y había que cortar la Avenida Rivadavia que implicaba una congestión en el tránsito, para demoler una serie de puestos que estaban claramente en infracción”.
Y agregó que “ si alguien le cobra alquiler a estas personas las está estafando porque es como si yo cobraba el alquiler de una plaza, que no había habilitación y esto fue realizado también por el Ministerio de Espacio Público, estuvo la Policía Metropolitana con la Guardia de Auxilio, Defensa Civil, con la identificación”.
Voceros de los afectados alegaron, sin embargo, que cada comerciante mantenía un contrato de alquiler con la empresa concesionaria del ferrocarril, titular de los terrenos en los que se erigían los locales.
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