miércoles, 30 de junio de 2010

En América Latina se producen 30 millones de accidentes laborales por año


La mayoría de los casos son por la negligencia patronal, según un informe de la Confederación Sindical de las Américas. Entrevistado por P&M, el secretario general de la CTA, Hugo Yasky, dijo que “es una cifra atroz que demuestra en forma elocuente el desprecio de los grupos empresarios por la vida de los trabajadores”.

Cada dos minutos un trabajador latinoamericano es víctima de un accidente laboral y cada año la cifra alcanza un total de 30 millones de casos, de los cuales 240 mil terminan en la muerte.

Estos datos, entre los más alarmantes del mundo, llevaron a la Confederación Sindical de las Américas (CSA) a expresar su rechazo a lo que caracterizó como una lógica empresarial que le pone precio a la salud de los obreros y contabiliza los percances laborales en términos monetarios.

"Los empleadores quieren dejar en manos de los trabajadores el cuidado propio" porque no dan los medios de protección con el fin de ahorrar dinero, explicó el titular de la CSA, Víctor Báez Mosqueira, quien además recordó el compromiso asumido por los gobiernos de la región con la Estrategia Iberoamericana de Salud y Seguridad en el Trabajo.

Consultado por Política&Medios, el secretario general de la CTA, Hugo Yasky, dijo que los 30 millones de accidentes constituyen “una cifra atroz que demuestra en forma elocuente el desprecio de los grupos empresarios por la vida de los trabajadores” y “una cultura en la que predomina el costo laboral sobre la dignidad del ser humano”

El sindicalista advirtió que esta situación se puede empezar a revertir “con una fuerte presencia del estado a través de políticas públicas, que tomando como base los convenios de la OIT, establezca sistemas de contralor sobre la seguridad, higiene y condiciones de trabajo y a la vez articular políticas que establezca premios y castigos para los grupos empresarios”

Otro de los inconvenientes que señaló Yasky es que las empresas multinacionales tienen como norma respetar estrictamente los convenios de la OIT en sus países de origen y utilizar a los trabajadores de los países periféricos como mano de obra descartable.

“Estas empresas no aplican de manera pareja la ley de la OIT, ya en sus países la cumplen y en el resto del mundo directamente la ignoran”, detalló el líder de la CTA e ilustró el problema con un ejemplo del ámbito local.

“En Argentina este año se intentó firmar un acuerdo tripartito con las dos centrales sindicales, el Ministerio de Trabajo y las centrales empresarias. Para este evento viajaron especialmente los representantes de la CSA, pero en el momento de la firma el grupo empresario no asistió”, recordó Yasky.

Y agregó: “Esto demuestra que siendo Argentina uno de los países más avanzados en América Latina esa cultura de de considerar a los trabajadores simplemente como un costo laboral sigue estando presente. Eso es lo que hay que cambiar”.

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