viernes, 16 de abril de 2010

“El Club de París sería el próximo paso en la agenda”


Así lo aseguró el ministro Amado Boudou, con respecto a los pasos que se seguirán luego del lanzamiento del canje de deuda. A la vez varios economistas salieron a respaldar la operatoria del gobierno, al coincidir que esto va a dar un mayor acceso a créditos.

Después del anuncio, el ministro de Economía, Amado Boudou, salió a respaldar el lanzamiento del canje de deuda al explicar que servirá para “cerrar viejos capítulos de la Argentina”.

Desde el Gobierno se espera un piso de aceptación “del 60 por ciento”, según las palabras del ministro, ya que “permitirá que muchos acreedores después de cinco años de no haber recibido ningún pago empiecen a regularizar su situación” con el país.

En los casos de pequeños acreedores de menos de 50 mil dólares, la mayoría de Italia y España, Boudou especificó que “se van a pagar los intereses vencidos en efectivo”.

Y ratificó que “el Club de París sería el próximo paso en la agenda; tenemos que buscar una estrategia parecida a ésta (en alusión al canje), donde se pueda hacer con un sentido de ver las posibilidades y las necesidades de la Argentina”.

“A partir del 2005 lo que empezamos a hacer fue negociar la deuda en términos favorables para la Argentina; antes venía el Fondo Monetario, el Plan Brady y el megacanje y salíamos peor de lo que entrábamos en esas negociaciones; era un nuevo problema que terminaba en otro estallido de la economía”, detalló el ministro.

Así recordó que “en el año 2001 se decretó el default” y a partir de eso, el país quedó aislado “en el mundo desde el punto de vista financiero”.

Boudou respaldó todo lo actuado desde 2005 con la deuda, al explicar que “lo que hicimos fue negociar obteniendo una quita para la Argentina: si se debía 100 dólares, se pasó a deber alrededor de 32 dólares, en un programa de desendeudamiento que era sustentable”.

“Quiere decir que la Argentina lo podía seguir cumpliendo en una negociación seria donde ambas partes reconocían las posibilidades de la otra”, indicó y subrayó que esto le permitió al país bajar su nivel de deuda, de 160 por ciento que produce en un año del PBI, a menos de 40 por ciento.

“Es una quita importante; para los tenedores institucionales, que es la mayoría, es de más del 76,3 por ciento y para los tenedores más chiquitos, de 50 mil dólares o menos, será chiquita, con una tasa de interés, dará un promedio de 67 por ciento, cuando uno contabiliza los intereses devengados” agregó para completar su panorama.

“Pensamos que la oferta va a tener un piso de aceptación del 60 por ciento; eso es bueno porque quedarán pocos; los famosos fondos buitres no ingresarán en esta propuesta, van a buscar otro mecanismo de cobro”, se esperanzó.

Con respecto a los cambios que se esperan como consecuencia del canje argumentó que “esperamos que sigan bajando las tasas de interés, haya crédito hipotecario, los empresarios sigan financiando su proceso de inversión también en el exterior a tasas más bajas, apalancando el crecimiento de la economía real”.

Por otra parte, algunos economistas salieron a hablar del tema y coincidieron con que la decisión de completar el canje de deuda repercutirá en la economía local con mayor cantidad de dinero disponible para créditos al sector privado, a la producción, al consumo e hipotecarios.

En esa sintonía, Roberto Drimer explicó que el impacto del canje de deuda “se va a trasladar al sector privado, con más acceso a los mercados de crédito”, lo que “va a generar las condiciones necesarias para favorecer el desarrollo de la economía”.

Darío Epstein sostuvo que “en no más de seis meses”, debería haber “condiciones más favorables de financiamiento” para las empresas argentinas.

“Si se logra un 70 o 75% de aceptación las empresas domésticas salen a los mercados de crédito a tasas razonable y esto cambia el costo de capital y el análisis de cualquier proyecto de inversión pasa a tener más sentido”, agregó.

Por su parte, Douglas Elespe señaló que la operación lanzada por la Argentina “impacta en el día a día porque evita que a través de la salida de fondos se reduzca el nivel de actividad económica”.

Y aseguró, “favorece la baja de la tasa de interés, así como tener un tipo de cambio de equilibrio más bajo del que tendría de otra forma”.

Aldo Abraham subrayó que el canje tiene “altas chances de ser exitoso”, y explicó que “con un 60% de aceptación ya es un buen resultado”.

“Va a ayudar a que quede muy poca gente recordándonos nuestro prontuario de incumplimiento”, destacó y agregó que sin el canje es muy “difícil reconstruir la credibilidad”.

Además sostuvo que la propuesta “le dificulta las cosas a quienes tienen reclamos judiciales”, porque “va a ser difícil demostrarle al juez que ellos saben evaluar los esfuerzos que puede hacer la Argentina si -sumando los dos canjes- hay un 90% de tenedores de bonos que participaron”.

Manuel Solanet fue más crítico e indicó que el anuncio “es un paso adelante necesario, aunque no suficiente”, ya que “hace falta completar la salida de default con el pago al Club de París y dar tranquilidad a los acreedores sobre la capacidad de pago”.

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