El jefe de Gobierno porteño deberá presentarse a indagatoria el próximo 28 de abril. También fueron convocados el ministro de Seguridad, Guillermo Montenegro, y el ex ministro de Educación, Mariano Narodowski. En diálogo con P&M, el legislador Gonzalo Ruanova consideró que “Macri debería dejar de evadir responsabilidades, de dar excusas y de echarle siempre la culpa a otro”.
Tal como había solicitado el denunciante original de la causa por el espionaje porteño, Sergio Burstein, el juez federal Norberto Oyarbide citó al jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, para que el próximo 28 de abril brinde declaración indagatoria, es decir en calidad de imputado.
Oyarbide también citó al ministro de Justicia y Seguridad, Guillermo Montenegro, que deberá presentarse el 21 de abril, y al ex ministro de Educación, Mariano Narodowski, cuya declaración fue fijada para el día 22.
Burstein, uno de los principales perjudicados por las escuchas ilegales, había pedido la declaración indagatoria de Macri, Montenegro y Narodowski, al considerar que ninguno de ellos podía ignorar el sistema montado por el ex jefe de la Policía Metropolitana, Jorge “Fino” Palacios, sobre todo cuando el espionaje alcanzó al cuñado del jefe de Gobierno, el mentalista Néstor Leonardo.
Al conocer esta solicitud, el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, consideró como "un disparate total" la citación de Macri ante la Justicia y dijo que le preocupaba que “el juez haya empezado a hablar por los medios como lo venía haciendo antes".
Consultado por Política&Medios, el legislador porteño de Nuevo Encuentro, Gonzalo Ruanova, analizó que Macri debería haberse presentado a “declarar de manera voluntaria” para explicar “cuál era su relación con estos personajes que eran funcionarios públicos mientas constituían una asociación ilícita”, en referencia a Palacios y Ciro James.
“Esa es la responsabilidad de cualquier gobernante. Macri debería dejar de evadir responsabilidades, de dar excusas y de echarle siempre la culpa a otro”, dijo el legislador.
En este sentido, explicó que “había un jefe de la policía metropolitana que tenía una asociación ilícita para espiar a particulares, a diputados opositores, a sindicalistas y a parte del entorno de la familia Macri”, y al mismo tiempo planteó algunos interrogantes no resueltos en la causa.
“¿Para quién trabajaba Palacios cuando espiaba a los cuñados de Macri, o cuando retiraba los casetes y se iba para Barrio Parque? ¿Quiénes sacaban usufructo de estas investigaciones?”, se preguntó el legislador.
Ruanova celebró, además, la decisión de la Cámara en lo Criminal y Correccional Federal, que el miércoles pasado confirmó el procesamiento con prisión preventiva por asociación ilícita del “Fino” Palacios, Ciro James y otros imputados por las escuchas.
“Después de lo que venía diciendo Macri desde hace 4 o 5 meses con respecto a la actuación suspicaz de Oyarbide, acá hay una instancia superior, que es la Cámara Federal, que certifica que la investigación que lleva adelante el juez va en el camino correcto y además solicita la pronta elevación a juicio de esta situación”, explicó.
Para el diputado opositor, esto indica que “se acabaron las excusas y justificaciones que Macri y sus ministros” trataron de instalar desde que aseguraron “que a Ciro James no lo conocían y que había ingresado al ministerio de Educación poco más que por un aviso clasificado”.
“Después de 8 meses de investigación nos enteramos que James era un hombre no solo de confianza de Fino Palacios, sino que además era un nexo imprescindible para el funcionamiento de la asociación ilícita. Su mujer trabajaba con la de Rodríguez Larreta en el armado de revistas y cada vez que retiraba los casetes con las pinchaduras ilegales de teléfonos inmediatamente se dirigía a los domicilios de Franco y Mauricio Macri. Este conjunto de casualidades, entre comillas, ameritaría que el Jefe de Gobierno explique cuál era su relación”, aseguró Ruanova.
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